"EL UNICO PATRIMONIO DEL PERIODISTA ES SU BUEN NOMBRE. CADA VEZ QUE SE FIRMA UN TEXTO INSUFICIENTE O INFIEL A LA PROPIA CONCIENCIA, SE PIERDE PARTE DE ESE PATRIMONIO, O TODO" - Tomás Eloy Martinez -

"Al hombre se le puede arrebatar todo, salvo una cosa: La última de las libertades humanas -la elección de la actitud personal que debe adoptar frente al destino- para decidir su propio camino" - VIKTOR FRANKL

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viernes, 8 de marzo de 2013

DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER, por MARIANA DUFOUR

HOMENAJE A LA MUJER ANARCO - COMUNISTA
“Ni Dios, ni patrón, ni marido”.
El viernes 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer, como mujer y periodista que soy, creo que la mejor forma de homenajear esta fecha es recodando un hecho que marcó el inicio de un camino de lucha: entre 1896 y 1897, el país conoció el primer periódico feminista de la Argentina, llamado La Voz de la Mujer.
La publicación, hecha por y para ellas, con una tendencia anarquista de “ni Dios, ni patrón ni marido” convocaba a las mujeres a rebelarse contra la opresión masculina, eclesiástica y estatal.
“Hastiadas del eterno y desconsolador cuadro que nos ofrecen nuestros desgraciados hijos, hastiadas de pedir y suplicar, de ser el juguete, el objeto de los placeres de nuestros infames explotadores o de viles esposos, hemos decidido levantar nuestra voz en el concierto social”, iniciaba la editorial del primer ejemplar La Voz de la Mujer.


Bajo la consigna “Ni Dios, ni patrón, ni marido”, se imprimieron durante un año las rebeldes páginas del primer periódico anarco-feminista de la Argentina. La editorialista Virginia Bolten convocaba a las mujeres a rebelarse contra la opresión masculina, en un tiempo en que la mujer ni siquiera se atrevía a soñarlo. La invitación de esta mujer implicaba, también, a protestar contra toda forma de autoridad eclesiástica, patronal, estatal y familiar. “En un período de surgimiento de agudos conflictos sociales, en el que los nuevos sujetos se constituían dentro de una incipiente organización del movimiento obrero, estas mujeres intentaron crear su propia orientación revolucionaria de ideas feministas y anarco-comunistas” explica un viejo articulo que las recuerda en el Blog Nos Digital (www.nosdigital.com.ar).
La voz de la mujer fue un diario documento por y para mujeres. Sus redactoras, en su mayoría españolas e italianas, dejaron claro el campo de batalla verbal, político e ideológico que le presentarían a quienes trataban de “ustedes”, los hombres. Se trató de un movimiento que produjo tensiones, incluso, dentro del anarquismo: la lucha de estas mujeres era vivida como un ataque al género masculino.
Sin embargo, ellas no bajaron el tono de sus escritos. Un nuevo ejemplar salió a la luz con una editorial que profundizó su posición, teniendo a la ironía como herramienta predilecta: “Cuando nosotras, despreciables e ignorantes mujeres, tomamos la iniciativa de publicar La voz de la mujer, ya lo sospechábamos. Deben saber que nosotras, las torpes mujeres, también tenemos iniciativa y ésta es producto del pensamiento, ¿saben?, también pensamos.
Apareció nuestro primer número y ardió Troya. Claro, ‘¿Emancipar a la mujer, para qué? Venga la nuestra primero y luego cuando nosotros, los hombres, estemos emancipados y seamos libres, allá veremos’. Nadie ni nada tiene una situación hoy más miserable que las mujeres, doblemente esclavas, de la sociedad y del hombre. Si ustedes quieren ser libres, con mucha más razón nosotras”.
A pesar de este rechazo recibido desde el anarquismo, sus redactoras se sintieron atraídas por este movimiento. Los principios del anarquismo se basaban en la lucha contra la autoridad y el feminismo anarquista despreciaba todo tipo de poder ejercido sobre las mujeres, tanto a través del matrimonio como de la familia, y buscaba la libertad de tener relaciones por fuera de estas instituciones.
El casamiento era sólo una institución burguesa que restringía la libertad de las mujeres, incluyendo su libertad sexual. La Voz de la Mujer atacaba el matrimonio como una causa central, junto con la opresión de clase y la miseria. “Odiamos a la autoridad porque aspiramos a ser personas humanas y no máquinas automáticas o dirigidas por la voluntad de un ‘otro’, se llame autoridad, religión o de cualquier otra forma”, expresaron en su cuarto número.
La estructura del periódico estaba conformada por un artículo principal, un editorial, un poema y alguna reflexión sobre las víctimas de la sociedad burguesa: los pobres y los trabajadores, los obreros y las prostitutas. La contratapa contenía una sección llamada Mesa Redonda, en la que se discutían noticias de Europa y la Argentina, o se trabajaban problemáticas de las mujeres.

Según explica Nos Digital, la publicación, de distribución semi clandestina, estaba compuesta de cuatro paginas salía en italiano y su tirada oscilaba entre los mil y los dos mil ejemplares. En la portada una inscripción notificaba a los lectores: “Aparece cuando puede y por suscripción voluntaria”. Los fondos llegaban por pequeñas donaciones que se recolectaban en conferencias o por suscripciones mensuales. Sin embargo, como era de esperar en una publicación revolucionaria, las deudas llevaron a la extinción del proyecto, que publicó su último número el primero de enero de 1897.
“Un año ha transcurrido desde que salió a luz el primer número de La Voz de la Mujer. Un año de luchas, de sacrificios, de crueles alternativas, de esperanzas y de caídas, solamente atenuadas en algo, por satisfacción de la lucha. En este año la vida de esta hoja ha sido precaria y raquítica, tanto así, que con pesar confesamos que si los compañeros no tratan (si les agrada nuestra propaganda) de ayudamos un poco más eficazmente, nuestros esfuerzos serán inútiles y tendremos que cesar de publicar La Voz de la Mujer y con ella la del único periódico de América, y tal vez del mundo entero, que hace propaganda de nuestros ideales por mujeres y especialmente para ellas. Lo repetimos compañeros y compañeras, entusiasmo y voluntad no nos faltan, pero nuestras fuerzas son pocas, por eso, si no podemos más, nos retiraremos hasta poder volver de nuevo a la brecha, y así siempre hasta que la hora del combate suene en el reloj de la conciencia humana, para correr a vencer o a morir por la Anarquía, porque por ella dará su inteligencia, su brazo, y su postrer suspiro” Firmado, la redacción de La voz de la Mujer.

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