
Hemos comenzado diciembre con el robo nuestro de cada día. Una vecina domiciliada en las cercanías del Hotel Algeciras de Pinamar, padeció la visita de los "cacos" en su ausencia, que se llevaron un plasma, joyas y dinero. Imagínense su rostro al regresar al hogar y encontrarlo patas para arriba, con los faltantes que recién acabamos de decir.
Para aquellos que sostienen que el hacer marchas, cortar rutas, perjudican a la actividad turística, les digo: que hacemos mientras tanto, nos sentamos a llorar, nos armamos para resistir estos atropellos o le hacemos "sentir" a las autoridades nuestra bronca ante su falta de respuesta.
Algunos políticos foráneos, nos han dicho "a Pinamar sólo le falta un muerto", esperemos que esto no sea así.
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