"EL UNICO PATRIMONIO DEL PERIODISTA ES SU BUEN NOMBRE. CADA VEZ QUE SE FIRMA UN TEXTO INSUFICIENTE O INFIEL A LA PROPIA CONCIENCIA, SE PIERDE PARTE DE ESE PATRIMONIO, O TODO" - Tomás Eloy Martinez -
"Al hombre se le puede arrebatar todo, salvo una cosa: La última de las libertades humanas -la elección de la actitud personal que debe adoptar frente al destino- para decidir su propio camino" - VIKTOR FRANKL
lunes, 18 de diciembre de 2017
SIMPOSIO DE ESCULTORES
Si hay un punto de encuentro en la localidad de Valeria del Mar es la rotonda de Azopardo y Espora. Allí, en el corazón de “la linda”, donde cada verano funciona la feria de artesanos, es dónde durante estos días se llevó a cabo un simposio de escultores que contó con la presencia de Nanny Cogorno de Mar Azul y José María Araolaza de Tandil.
Gustavo Vázquez, es uno de los impulsores de la acción. Mientras los artistas trabajaban al aire libre, acompañados de buena música y ante la mirada atenta de los curiosos que pasaban por el lugar, contó que las obras quedarán emplazadas en el Paseo de Artesanos como patrimonio cultural.
Nanny Cogorno al hablarnos de la pieza que creó con chapa reutilizable nos dijo “quiero dejar plasmada la transformación que sufren las pequeñas ciudades al crecer. Es una interpretación del desarrollo de las localidades de la costa y la eterna puja entre la playa (naturaleza) y los edificios (mano del hombre). Una Torre de Babilonia, como símbolo de la incongruencia humana que hace que en pos de la modernidad perdamos la esencia del bosque”.
Por su parte, José María Araolaza, se dejó llevar por el contexto marítimo “elegí la dolomita (roca sedimentada) porque es un material blando que me permitió jugar en espiral para emular el mar con sus olas y las caracolas tan típicas de esta zona”. Al describir el proceso de trabajo nos dijo “al arrancar siempre hay una idea, pero lo más interesante de experimentar es sentir que es la misma piedra la que va ajustando el diseño .Es un fluir entre la idea, la forma y el material”.
Los electrodos destellaban, en el mediodía caluroso, para que Nanny logre uniones perfectas en su torre de Babilonia. A pocos pasos, con amoladora en mano y una precisión admirable, José le imprimía el mar a la piedra que trajo desde Olavarría. Dos caminos diferentes, dos modos de expresar distintos que se juntaron en el corazón de Valeria del Mar para dejar huella.
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