El área de Acción Social está bajo la órbita de la secretario (Ing.) Juan Santoiani , y la dirección le pertenece a Jorge Ferreiro. Cuenta también con una subdirección a cargo de la ex concejal (del Pueblo) Gladys Barce. A ellos se les sumó una nueva adquisición la señora Nora Ponce, mujer del concejal de Kolina, Juan Dos Santos, que recientemente se afincó en Pinamar. La recompensa es la respuesta a la alianza con el Jefe comunal. Ninguno de ellos tiene conocimientos técnicos que hace al delicado trabajo social. Quienes son conocedores de la estructura pueden comprender que un secretario o un director sean cargos políticos poco relacionados con la tarea específica. Pero les resulta incompresible que la sub -direcciones o coordinaciones estén bajo personajes tan pocos calificados. A esta realidad orgánica se le suma que las planta profesional está compuesta por solo dos Asistentes Sociales.
Recordamos que de la Secretaria de Acción Social y Producción también depende La Casa del Adolescente con la implementación de programas destinados a jóvenes en situación de vulnerabilidad, dirigida por el cuestiónadísimo y denunciado Leandro Beltran, licenciado en Administración de Empresa; que pronto será promovido al área de Producción con un cargo que se denominará algo así como “Relacionador Laboral”, según los transcendidos.
Consultado distintos profesionales, concuerdan que mientras “el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación difunde la gestión, articulación, coordinación, organización, información y relevamiento desde la transparencia e integralidad de las acciones, diametralmente opuesta se ubican las Políticas Sociales empleada por el Gobierno de la Municipalidad de Pinamar, cuya planificación y coordinación parece carecer de marco teórico y contenido práctico. Instalando las estrategias sociales en lo más burdo del asistencialismo haciendo de la pobreza una moneda de cambio en la transacción de votos. Pero en Pinamar hay sobrados ejemplos de cómo la obediencia debida tiene su recompensa”.
La compleja problemática de la pobreza no puede atarse al estilo asistencial, propio de la política neoliberal de los ´90. Políticas que presenta un caldo de cultivo propicio para políticos que la usan como trampolín o escalera de ascenso.
“El concejal Dos Santos tiene una participación activa en Acción Social, bajo la venia del intendente Muriale. Procede como un resabio camuflado de los ´90”, aseguró uno de los consultados. Pero la práctica de su política anodina y solapada ha logrado buenos resultados para provecho propio y ajeno. Ubicó a varios de sus punteros políticos, como es el caso de la señora María Fabiana Bianchetti que ingresó a Fiscalización inmediatamente después de las elecciones. Su propia jactancia lo sitúa como el gran orquestador del organigrama municipal. Y se vanagloria sin ningún tipo de tapujo de ser el responsable de la posible promoción de Sebastián Damiani a la Secretaría de Gobierno y Seguridad. Aunque indiscutiblemente el nombramiento de su mujer, a la que nadie conocía (y cuya actividad era la de encargada en una empresa de ropa femenina) como coordinadora en Acción Social, lo determina como aliado carnal del intendente Hernán Muriale.
Estrategia, abordaje, metodologías, perspectivas, intervención, territorio, son ejes que en Pinamar no se conocen y esto quedó reflejado en la mala implementación de los distintos programas, cualquiera sea.
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