En los últimos días tomamos conocimiento de algunas decisiones desacertadas del Departamento Ejecutivo que a nuestro criterio, muestran que el rumbo que está tomando el gobierno de Elizalde no es el deseado. Los proyectos de Ordenanza de Pirotecnia y de las Tenencias Precarias en el Frente Marítimo han sido vetados en forma total y parcial, respectivamente. Esto implica que lo decidido por el Concejo Deliberante, con un importante consenso, no entrará en vigencia.
Es importante aclarar que el Ejecutivo recurre a tecnicismos y cuestiones de conveniencia para fundamentar los vetos, sin poder demostrar alguna ilegalidad o error grave que justifique la utilización de una medida excepcional, la cual debe emplearse en situaciones de extrema gravedad institucional. El veto, que es una herramienta válida, no debe utilizarse para anular las propuestas que impulsan los representantes del pueblo, por el mero hecho de no compartir las normas sancionadas.
La pérdida del rumbo también se observa en los continuos nombramientos de personas de cuestionada idoneidad y desconocidos antecedentes en la planta política municipal, donde los cambios implementados han sido ínfimos e insuficientes para transformar la dinámica del gobierno. En otras palabras, la proclamada austeridad, el diálogo con el concejo Deliberante y la colaboración que debe existir entre ambos cuerpos, no se corroboran en los hechos.
Igualmente somos optimistas. El hecho de que hoy no hayamos podido lograr el acompañamiento del Ejecutivo o no contemos con los votos suficientes para insistir en las ordenanzas vetadas, no nos desalienta. Haremos los esfuerzos que sean necesarios para lograr que Pinamar tome el rumbo que nuestra comunidad viene reclamando.
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