LA GOTA QUE REBALSO EL VASO

Por Cristian Siste
La gestión de Isach es la peor que hemos tenido, podemos empezar mencionando la lista negra de artistas que pensamos distinto. Mataron “Pantalla Pinamar” (festival internacional de cine) y a cambio quisieron hacer la fiesta de la medialuna y lamentablemente falleció un vecino.
Tiraron el espacio Incaa. Boicotearon durante tres años a Mes de la Música.
Vetaron ordenanzas de centros culturales y artistas callejeros. Llevan 3 años sin terminar el centro cultural de Ostende donde ya se gastaron más de 12 millones de pesos y de la obra se hizo menos de la mitad y está en abandono.
Hicieron la votación de los integrantes de consejo de políticas culturales entre gallos y medianoche y oh casualidad todos los integrantes son empleados de la secretaría de cultura, algunos de los cuales cobran horas cátedras sin dar talleres. La utilización de horas cátedras para pagar favores políticos.
No apoyan ideas o propuestas pinamarenses pero si gastan fortunas en un festival de cine foráneo llamado Uncipar que no lo vale.
Isch también utiliza el teatro municipal para el beneficio propio por medio de su escuela de danza Danzarte lo mismo que beneficia a su pareja Damian De Santis con muchas horas cátedras.
Tienen un teatro que al día de hoy no tiene el certificado antisiniestral aprobado. El teatro no tiene salida de emergencia y se utiliza para que productoras de afuera se llenen los bolsillos (bordero de 90/10 es decir, 90% para la productora y 10% para el teatro) mientras los artistas locales no tienen posibilidades de usarlo y si lo consiguen el borderó con suerte es de 70/30. También suelen prestar el teatro para espectáculos de entrada libre y gratuita pero que en realidad venden las entradas haciendo una estafa al estado y a la gente.



Tienen un gran negocio con el teatro municipal...lo mismo con las horas extras que se utilizan para el funcionamiento del mismo.
Protegen y apañan a un empleado violento que maltrata a sus compañeras de trabajo.
Crearon una orquesta municipal que desafina tanto que es una verguenza, (como diría el Mono Izarrualde, escucharlos es un dolor de muela)
El destrato a instituciones como la Asociación Amigos del Museo Histórico y el apoyo con enormes sumas de dinero a instituciones amigas.
La desidia ante La Casa Robette, el patrimonio más antiguo que tenemos en la ciudad.
Esta gestión profundizó el monopolio artístico y cultural, no permitiendo, ni fomentando la cultura independiente. Cerrando la posibilidad de el desarrollo de industrias culturales.
Podría seguir, pero creo que con lo hasta aquí enunciado alcanza para que mi pedido, que no es de renuncia sino que lo echen, esté fundamentado.