Los vecinos denunciaron que los vaivenes políticos y las últimas destituciones de los jefes comunales generaron un deterioro en las calles y en los servicios del balneario. Reclaman volver a integrar el distrito de General Madariaga.
Los vecinos y comerciantes de Cariló, balneario de la costa bonaerense que siempre se caracterizó por su inmenso bosque de pinos, además de sus exclusivas playas, y que cuenta con poco más de 1500 habitantes, quieren dejar de pertenecer al partido de Pinamar.
Durante el día de hoy formalizarán el pedido frente al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, para que Cariló vuelva a integrar el distrito de General Madariaga.
El argumento de los vecinos es que en 1978, mediante un decreto provincial, se corrieron los límites originales, lo que llevó a Cariló, que por aquellos años era un gran bosque virgen con salida a las playas, a ser parte del entonces flamante partido de Pinamar.
El reclamo tiene como antecedente un primer intento, realizado en 1989, para retornar a la situación original, pero el pedido no prosperó en ese momento aunque la idea siempre se mantuvo durante estos casi 25 años.
Pero, debido a las últimas crisis políticas locales, el reclamo se reactivó en el último semestre, como consecuencia de la falta de servicios que Cariló y todo el partido de Pinamar padecieron a raíz de una inédita medida de fuerza, que se extendió por cinco meses, por parte de los empleados municipales, y que pudo resolverse tras el cambio de autoridades comunales.
"La continua falencia de servicios hace que los visitantes y clientes en general noten el deterioro y perjuicio, siendo que se pagan puntualmente los impuestos sin contar con la contraprestación del mismo", dice la nota que la Cámara Inmobiliaria de Cariló, presidida por Juan Santamarina y Silvia Melgarejo, hará llegar hoy a la mesa de entrada de la Gobernación.
Además, otro de los argumentos empleados son las crisis políticas ocurridas en Pinamar durante los últimos años con inestabilidad en sus administraciones y que, como consecuencia, produjo las sucesivas destituciones de los jefes comunales Roberto Porreti, en 2009, y de Blas Altieri, hace menos de un mes, en ambos casos por determinación del Concejo Deliberante y a partir de supuestas irregularidades en la gestión.
La iniciativa ya está en conocimiento del intendente de General Madariaga, Cristian Popovich. "La resolución dependerá del Estado provincial, y nosotros estamos abiertos a lo que se determine, siempre que venga de un gobierno democrático", dijo el mandatario marcando las diferencias respecto a las derivaciones de aquel decreto ley 9024, firmado durante el último gobierno militar, que dio nueva denominación a los partidos de la costa y Villa Gesell (antes Municipio Urbano) y creó el de Pinamar
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