CAZA FANTASMAS EN EL DESPACHO, por GUILLERMO CAPRARULO

No lo podemos corroborar, pero algo extraño está pasando en el despacho del Intendente, en la Municipalidad de Pinamar. El nuevo Intendente ha decidido no sentarse en el sillón principal, tampoco usa el escritorio. Comentan que alguien quedo encerrado en el baño de la Intendencia, luego de estar casi una hora golpeando para que abran la puerta, salió pálido, balbuceando palabras desconocidas, y que se quería ir a su casa. Otros dicen que de tanto en tanto, se escuchan ruidos, dicen a ver visto una imagen conocida y luego de unos segundos se esfumo. Estas versiones ya llegaron a oídos de futuros candidatos a Intendente, quienes coinciden en que hay que cambiar el despacho a otro edificio, algunos aconsejan llamar algún sacerdote, uno más osado propuso a monseñor Carlos Malfa, que en los años 90 dirigiera la Iglesia de Pinamar. El obispo Malfa es conocedor y estudioso del ritual de exorcismo. El exorcismo en la teología católica halla su base en los textos evangélicos, donde se narran las liberaciones y expulsiones de demonios, incluye la repetición continua de oraciones y órdenes de expulsión, y el uso de objetos, que pueden repeler al ente, como crucifijos, agua bendita, reliquias, entre otros. También otros opinan que es un hecho parasicológico y profundizan más el tema, afirmando que es una Infestación: fenómenos que reproducen antiguas impregnaciones de tensiones emotivas extremas, generadas por los habitantes antiguos del lugar, sus penas y alegrías, ilusiones y desengaños, pasiones y desesperanzas no resueltas, euforias desorbitadas y trances agónicos, que quedan grabados literalmente en el lugar y cada cierto tiempo se reproducen como un eco débil o residuo sin tener contenido verdadero, como una cinta magnetofónica o visual que se pusiera en marcha cada cierto tiempo o en unas condiciones apropiadas. Si aparece una forma humana, por ejemplo, no demuestra tener una intención comunicativa ni responde de forma interactiva a nada y repite siempre la misma conducta, y otras veces se oyen ruidos, aromas, golpes, se encienden o apagan luces y se mueven objetos o partes de objetos de forma arbitraria o absurda y desciende violentamente la temperatura, pero siempre de forma descontrolada e irracional. El fenómeno se manifiesta sólo durante un periodo de tiempo determinado y luego desaparece. Como el presupuesto no ha cubierto el pago de este tipo de servicio, habría que pedir al Concejo Deliberante una adecuación presupuestaria o liberar alguna partida para este rubro. Por lo pronto, como medida de prevención son varios los que llevan en su bolsillo o en la cartera de la dama, una cabeza de ajo, una hojita de tomillo o de ruda. Ya, un poco más exagerado, está quien escribió en un pedazo de corteza de eucalipto el nombre de quien cree es el ente y lo envolvió en un paño rojo. Como todo en la vida, hay gente que exagera mucho las cosas y quizás lo que pase en el despacho, sea más simple de lo que pensamos…