"BAJARSE LA DIGNIDAD POR UNA BANCA", por MARIANA DUFOUR

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Todo periodista sabe que, cuando decide investigar y hacer públicas denuncias que implican graves actos de corrupción (comprometan a quien comprometan), pone el cuerpo delante del denunciante. Literalmente. Larga y dolorosa es la lista de ejemplos que podría dar.

El viernes se presentaron los pre candidatos a concejales de CAMBIEMOS, partido liderado en Pinamar por Martin Yeza, hijo político de Blas Antonio Altieri, intendente destituido después de casi 17 años de gobierno por 31 hechos de corrupción. Hacía largo tiempo que las denuncias llenaban los cajones de Dolores pero ningún periodista le dedicaba media página o medio minuto de aire. Hasta que ocuparon la tapa de un periódico… Y ahí empezó otra historia.

Gran parte de esas denuncias fueron presentadas por el “valiente” abogado Lucas Ventoso. Horas y horas de acalorada y encendida alocución de este personaje llenaron el aire de nuestras radios y las páginas del periódico Pionero, medio donde trabajaba en ese tiempo. Y medio desde el cual puse, literalmente, el cuerpo delante de Ventoso para arremeter contra la corrupción enquistada entre la clase gobernante.


Los discursos, plagados de palabras brillantes y brillosas que llamaban al compromiso con la ética, la coherencia política, la lealtad para con el pueblo y de encendidas críticas hacia la perversa y criminal política liberal de nuestro eterno Altieri, lo fueron posicionado como candidato a concejal (la intendencia era su meta). Tantas y tantas veces me llamó este “valiente” abogado para cubrir sus denuncias y conseguir, así, las tan codiciadas y estratégicas tapas del periódico más demandado.

Páginas enteras escribí para lograr la destitución del intendente más corrupto de Pinamar (hasta ese momento) y para que la sociedad pinamarense no volviera a cometer el mismo error de siempre: votar al benemérito Blas Altieri. Conseguimos lo primero pero no lo segundo. Cual Frankenstein, Altieri renació de la mano de el joven Martin Yeza (otro que me llamó tantas veces mendigando un espacio en el diario…).

Que Ventoso estaba tras una banca en el HCD, no era secreto para nadie. Y estaba bien: un “valiente” abogado siempre puede ser un mejor concejal, no? No.

A una larga y dolorosa seguidilla de traiciones y cruzadas de vereda (partidaria e ideológica) que le permitió acceder a la bendita banca, le siguió otra larga seguidilla de miserias. ¿La peor de todas? Su discurso pro teoría de los dos demonios pronunciado en el mismo acto del 24 de marzo último. Ratificado en las redes y los medios al día siguiente.

La metamorfosis protagonizada por el concejal lo terminó colocando en las filas de CAMBIEMOS. O sea, en las filas de Altieri. Si, señores. El “valiente” abogado Lucas Ventoso, enemigo acérrimo del MUPP (no quedó un solo político del vecinalismo sin pasar por la guadaña de su discurso) es hoy el tercer candidato a concejal del partido nacido de la costilla del benemérito.

Hasta ayer, Ventoso declamaba por cuanto medio le extendía un micrófono, que no se bajaba del primer lugar. Bueno, parece que el deportista Javier Pizzolito, personaje neófito en política si los hay, le pasó la guadaña a él. ¡Al tercer lugar sin quejarse! La lealtad al cambio de vereda se cobra, por supuesto…Pero no vale tanto, parece. Dada la gestión de CAMBIEMOS en Pinamar, pocas chances tiene el abogado de conservar la banca.

Cada uno desde su ideología partidaria, Ventoso, una trabajadora de prensa y quien escribe trabajamos por varios años en pos de un Pinamar mejor, de un ejercicio de la política honesto, coherente, comprometido con el pueblo, sin tranzas, sin corrupción, sin pases de vereda, sin roscas oscuras, sin personalismos, sin traiciones. Convencida, puse el cuerpo delante del denunciante. Y mataron al mensajero.

En el camino, el “valiente” abogado olvidó su pregonado compromiso con el pueblo.
No fue el único.