El 7 de Junio rememora la primera edición de la “Gazeta de Buenos Aires”, aparecida en 1810 a menos de un mes de la Revolución de Mayo. Su autor, Mariano Moreno, comienza señalando la Orden de la Primera Junta de la que fue Secretario, y donde se expresa: “Desde el momento en que un juramento solemne hizo responsable a ésta Junta del delicado cargo que el pueblo se ha dignado en confiarle, ha sido incesante el desvelo de los individuos que la forman, para llenar las esperanzas de sus conciudadanos…”
Esta preclara idea expresada –seguramente de autoría de Mariano Moreno – sigue siendo vigente y de aplicación forzosa a los comicios que se avecinan. Ninguna actividad o actitud política, que no tenga por norte “suplir las esperanzas de los ciudadanos” debe ser aceptada y acompañada con el voto popular.
Prima cubrir las esperanzas del vecino para lograr resguardar las necesidades de nuestros ciudadanos como el eje inalterable de cualquier acción de gobierno.
Debe advertirse que, con declamaciones sin basamento acerca que estaremos mejor próximamente, en meses, años etc., no hace sino ahondar el desamparo en que se halla gran parte de la sociedad, puesto con esa esperanza infundada, se han resentido gravemente en las prestaciones que debe cubrir el Estado, salud, seguridad, degradación continua del signo monetario, deficiente y tardías prestaciones del servicio de justicia, etc.
Todo hace pensar que la continuidad de la política meramente economicista de los ideales del actual gobierno, tildada de neoliberal, significará más recortes, más ajustes y más sufrimiento para los que menos poseen y para los más indefensos, y, lo peor aún, para quienes no pueden esperar.
Hay que abandonar las teorías y los juegos de cúpulas económicas, las que, desde lugares de privilegio, manejan el destino de todos los habitantes, sin considerar los grandes deméritos y el sufrimiento de los más débiles, los ancianos, desvalidos, etc., a quienes se recortan diariamente beneficios para superar o mejorar el pornográfico déficit de los presupuestos estatales.
Se debería pensar pues, antes de votar, que no se puede seguir contribuyendo a transferir riquezas de los más necesitados a los grupos poderosos que llegaron al poder, falseando sus promesas electorales, ejerciendo un marketing indecoroso para inducir a los electores.
El elector, en este nuevo turno electoral, debería poner su voto a quien, asegure que gobernará teniendo como premisa paliar en forma inmediata los graves problemas que la crisis socio económica ha provocado en nuestra gente.
Por eso, traje el recuerdo de las palabras del precursor Moreno, a 207 años de haberlas expresado. Los ediles que se lleven al Concejo Deliberante deben “llenar las esperanzas de los ciudadanos”, en la medida de las posibilidades que brinda la acción municipal.
El hombre debe estar en el centro de la acción de gobierno, y no la economía, que debe limitar su factor a ser una herramienta del gobierno y no su única finalidad.
En nuestro orden comunal, se debería direccionar el accionar al mejoramiento inmediato de nuestro hospital, cubriendo así una de las necesidades más básicas que es socorrer al enfermo y al desamparado en forma íntegra, en servicios, medicación, estudios, etc.
En el tema seguridad, se debería imponer una política que signifique tener la mayor cantidad de policías en la calle, sometiendo la calle, durante las 24 horas. No basta poner garitas vacías con luces intermitentes para amedrentar a los delincuentes. Al delincuente hay que buscarlo en la calle, dominándola de manera que se sienta inseguro en su movilidad, con presencia uniformada y bien equipada. Los accesos a las tres localidades deben estar con presencia policial las 24 horas. El policía debe conocer al vecino y el vecino debe conocer al policía.
En la estructura de obras públicas, se debería salir de la inacción, dejar de tercerizar servicios que nuestros empleados municipales pueden brindar perfectamente, a un costo varias veces menor y dotar al personal la maquinaria que se hace imprescindible para atender a la ciudad, su tránsito por todas las arterias, su correcta demarcación, limpieza, levantamiento de la poda, mejorar la señalética que se ha abandonado, los desagües, etc. Estas actividades deben ser contínuas, y no realizarlas únicamente ante la proximidad de las elecciones.
Se debe de una vez por todas, cubrir el cargo de Defensor del Pueblo, en cumplimiento de la ordenanza que proyectamos en nuestro turno y todavía no se ha respetado. Este funcionario será un aliado inmejorable para el ciudadano, para estar arriba de los problemas con soluciones y no con promesas. El gobierno municipal no debe temerle a este funcionario que lo controlará continuamente, pues esto le permitirá advertir el reclamo del ciudadano rápidamente y trabajar en su solución.
En el orden administrativo, se debería abrir la actividad a toda la comunidad, para que sea accesible la entrevista de todos los funcionarios, y lograr que se sientan controlados por la gente, y que reconozcan que el ejercicio de la función es mejorar la vida de la población, admitiendo el control y el interés del administrado para encausar el correcto destino de la acción del gobierno municipal. En este sentido existe una herramienta ya aprobada de la ordenanza que creó las Delegaciones Municipales, elaborada por el bloque justicialista que integré, que permite estar más cerca del administrado, escuchándolo y provocando las soluciones inmediatas, herramienta que tampoco se encuentra utilizada por el gobierno municipal.
Estas ideas deberían ser tenidas en cuenta por todos los vecinos al valorar los candidatos que se ofrezcan pues las mismas apuntan a las palabras de Moreno: llenar las esperanzas de los ciudadanos, de esta manera el voto será valioso para el futuro bienestar de la sociedad, pues tendrá contenido comunitario relacionado íntimamente al estado actual de Pinamar y la forma de encausarlo virtuosamente.
Esta práctica ciudadana significará tener en el HCD a las personas que realmente piensen en el futuro de la comunidad y no reposen su actividad en el pasado ni en meras declamaciones vacías de contenido, cualquiera fuera su idea política.
ALBERTO GERMAIN
pinamaralbertogermain@gmail.com
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