YEZA PRESIDENTE?

Un raid de entrevistas, notas en tv, radios, diarios, portales de noticias a nivel nacional y el deseo de un intendente.

Quienes conocen un poco los movimientos, la historia última de Pinamar en materia política, podría pensar que Martín Yeza, nuestro actual intendente, es un novato en estas lides, un principiante con suerte. Aquí cabría la frase “Nada más alejado de la realidad”.
La confusión, o mala interpretación, puede venir de la imagen que da el jefe comunal. Joven, canchero, siempre sonriente y, lo reitero cada vez que tengo oportunidad, “hábil declarante” como se dice en la jerga jurídica. Además de un natural y ensayado carisma, digno de estos tiempos “coacheados”.

Allá por el 2008/10 aproximadamente, presidió la juventud del MUPP, el vecinalismo gobernante que tenía a Blas Altieri como su máximo referente y líder indiscutido. Entrado el 2011, y por recomendación del intendente (Altieri), pasó a formar parte de los “aprendices” de Felipe Solá, además de escribir artículos sobre análisis políticos en algunos medios de alcance nacional. Desde esos tiempos hasta el 2015, poco se supo a nivel público de su actividad política.

Llegado el 2015, con la política nacional convulsionada por la posibilidad latente de que el “invencible” FpV perdiera la elección general y muchísimas provincias y comunas, se erigió la alta figura del joven que aún no llegaba a 30 años como alternativa de la mano de, la casi ignota en la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal.

Cientos de entrevistas, fotos, un marketing exprimido al máximo, algunos nombres que nada tenían que ver con la política local, más entrevistas, muchas más fotos y las ganas de cambiar el derrotero político de Pinamar, hicieron hasta casi fácil su llegada al sillón de Caporale.

De entre esas entrevistas escuchadas y otras que tuve la oportunidad de realizarle, rescato hoy el deseo, confesado desde siempre por Yeza, de llegar a ser presidente de la nación. ¿Utopía? ¿Fantasía? ¿Ambición desmedida?

El rumor sobre que “usaría” la intendencia como trampolín hacia una diputación o senaduría comenzó, un tanto prematuro, a darse por real. Quizás se magnificó su deseo de “hacer carrera política” y se apresuraron los tiempos en el imaginario colectivo político local.



Pero el tiempo pasó y nada de eso ocurrió. La política tiene sus tiempos y exige pruebas. Pasó el primer período como intendente, con aciertos y errores (este artículo no pretende ni va a ser crítico de la gestión) y Pinamar volvió a elegirlo como su jefe comunal.

Llegamos a la actualidad con un escenario, un panorama impensado, algo extraordinario, una realidad que sólo podemos imaginar a través de alguna novela apocalíptica, una película o una serie. La pandemia sorprendió al mundo. Y pone a prueba a la “clase política”, a los funcionarios de turno. Y es ahí adonde quiero hacer hincapié.

No es fácil el rol de cualquier intendente de un destino turístico el día de hoy. Siendo la única y genuina industria de la gran mayoría de esos lugares (sobre todo en la costa bonaerense), encontrar el equilibrio es la clave. Decenas de jefes comunales de todo el país fueron entrevistados por los medios para que cuenten las desdichas de sus ciudades y pueblos a causa de la pandemia/cuarentena.

Es aquí en donde destaca Martín Yeza. Un raid televisivo y radial intensivo como en campaña. La temporada, claro, como tema excluyente. La pseudopelea con el ministro de salud provincial, un cruce indirecto con el gobernador, el chicaneo con intendentes vecinos y la exposición, casi diaria en medios nacionales nos hace recordar, a los que estamos pendientes del mini mundo político local (que a la gran mayoría no le interesa) el gran deseo de nuestro intendente: “Ser presidente”.

¿Qué hoy hay cosas más importantes que pensar que en una carrera política? Sí, por supuesto. Pero estas líneas sirven para quien se tome la molestia de leerlas, para no olvidar o quizás conocer, aprender, que en política nada es casual, que cada movimiento es pensado cual partida de ajedrez.

 Así, dentro de 20 o 25 años, cuando nuestro actual intendente sea candidato (o precandidato) a presidente, algún memorioso, y quien escribe, podrá decir “Se veía venir … desde hace 30 años”.