(POR WALTER MONTERO) Quien haya podido escuchar la nota realizada al suspendido intendente Blas Altieri por el periodista Tito Bausela seguramente habrá quedado pasmado frente a las declaraciones del máximo dirigente del ejecutivo municipal.
Las disquisiciones sobre la ética de las personas y en particular sobre la que correspondería aplicar a los funcionarios públicos fueron el eje central de la nota y a su vez el motivo de las diferencias entre uno y otro.
Mientras Tito Bausela trataba de hacerle entender al intendente suspendido que justamente de él como funcionario público de tan alta jerarquía se le demanda una conducta intachable y libre de toda sospecha, el Dr. Altieri se defendía diciendo que todos los cargos que se le hacen son mentiras y que la ética no entra en juego a la hora de hacer negocios. Alcanzó a decir en un momento, palabras más, palabras menos, que la ética nada tiene que ver con lo comercial, con los negocios. A partir de ello tenemos el derecho de pensar que para el intendente el valor supremo que rige su ética es la acumulación de dinero a cualquier costo. Si para ello es necesario perjudicar a otros como por ejemplo a familias sin vivienda otorgándoselas a sus hijas, familiares y amigos, eso está bien, se justifica. Ética que se instaló en los 90 en la Argentina y cuyo máximo representante fue el Dr. Carlos Menem, maestro político y amigo del intendente. Fue la época del vale todo para el ex -presidente con el lógico correlato del desprestigio de la justicia, y de la política dirigente representada en diputados y senadores coimeros que participaban de los negocios destruyendo al país económicamente e institucionalmente.
En un momento Altieri, casi al final de la entrevista, hasta le endilga al periodista que también con él tenía negocios en común, haciendo mención a la pauta publicitaria de la Municipalidad. Por supuesto Tito Bausela estableció la diferencia entre hacer negocios y participar de una pauta publicitaria que no es más que la contraprestación de un servicio, el servicio de informar.
Sin embargo la utilización de éste argumento por parte del suspendido intendente nos lleva a reforzar la idea ya instalada en la comunidad de que existen medios de comunicación que evidentemente hacen negocios con Altieri más allá o más acá de la pauta publicitaria.
¿Cuáles son estos medios? En principio podemos pensar con todo derecho que son seguramente aquellos con los que no se pelea, con quienes se siente más a gusto a la hora de responder preguntas “fáciles” y en los cuáles no encuentra más oposición que alguna pregunta jugada del tipo ¿“Intendente es verdad lo que dice el HCD de Ud.”? ¿Cómo se explica que en plena crisis institucional la tapa del principal diario de Pinamar haya sido la tarea desarrollada por Telpin Educa?
El Dr. Ventoso, quién hablo después del intendente suspendido, hizo referencia a la necesidad de terminar con el sistema de corrupción más allá del nombre que tenga el futuro intendente. Comparto totalmente este pensamiento. Sistema que siempre involucra a varios. Funcionarios del Ejecutivo, concejales dispuestos a acompañarlo, empresarios amigos y necesariamente una prensa cómplice dispuesta a desinformar por conveniencia propia. No se hace, no se debe, hacer negocios con la información. Por eso tal vez existan periodistas pobres pero honestos, imposibles de entender por el Dr. Altieri. A ellos, a los que no están dispuestos a hacer negocios con él los trata de fracasados y de envidiosos de su fortuna. No le cabe dentro de su ética que el buen nombre y el honor es mejor y más gratificante a la hora de dormir. El periodista al finalizar le recomendó al intendente suspendido que repasara su conciencia con el claro objetivo de ver si encontraba algo que reprocharse. Será un deseo incumplido. La ética de Altieri no se lo permite. Por suerte para muchos todavía sigue siendo importante con el tiempo reconocernos sin rubor.
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