Desde el 10 de julio, Pinamar vive un nuevo tiempo de incertidumbre. A la destitución del intendente Blas Altieri y la polémica asunción de su sucesor natural, Hernán Muriale, le sigue una crisis financiera, fruto de la incapacidad para recaudar del Municipio.
A cuatro meses de la destitución, los ciudadanos aún no tienen certeza sobre si se concretará el llamado a elecciones para cubrir el cargo de intendente. Como se sabe, a río revuelto, ganancia de pescadores. Y en Pinamar, pescadores es lo que sobra.
Uno de estos pescadores ya supo ubicarse muy bien gracias a las estratégicas declaraciones mediáticas de Muriale que fueron preparando el terreno: “Hay que lograr consensos para sacar a Pinamar adelante”. Palabras que tendieron la alfombra roja para que el ex critico de este gobierno, Jorge Esperón, se ofreciera como el más idóneo para cumplir el rol de director de Cultura y Educación. Una designación que no obedeció a un acuerdo político partidario sino que fue una decisión personal del designado que olvidó todo su compromiso con su partido de origen por una tentadora estabilidad laboral de unos meses que desnudó, una vez más, su inestabilidad partidaria e ideológica.
Hoy, ante la ineficiente labor realizada por el secretario de Turismo, Cultura y Educación, Juan Carlos Buchelli, otro pescador de ríos revueltos estaría pretendiendo su ganancia. Hace unas semanas, luego de largos meses de severas amonestaciones hacia este gobierno, el concejal Alfredo Baldini anunció un posible acuerdo programático con el partido gobernante. Recordemos que este acuerdo habría sido sugerido a Muriale por dos hombres del vicegobernador de la provincia, Gabriel Mariotto. Una sugerencia que el intendente interino estaría pretendiendo capitalizar.
Octubre es el tiempo en el que el Poder Ejecutivo debe presentar ante el Concejo deliberante el presupuesto. Y este año ascendería a los $280.000, una descomunal cifra que encontrará difícil aceptación en el HCD. Pero como los acuerdos programáticos ya fueron anunciados y comenzaron a concretarse, poco a poco las piezas parecieran ir acomodándose. Una Secretaria de Turismo que está a punto de quedar acéfala seria la gran manzana que tentaría al concejal y empresario hotelero que no ha logrado sostener la simpatía de sus seguidores, hecho que frustraría sus anhelos políticos.
A este escenario, se suma la pata radical: los comicios del domingo 14 corroboraron que la línea de Mercedes Taurizano es la que tendría prósperas proyección de caras a las próximas elecciones. Una situación que los referentes peronistas de la provincia no estarían dispuestos a permitir y que fortalece el acuerdo apalabrado con Muriale semanas atrás.
Así las cosas, la unión entre el MUPP y algunos miembros del PJ local aparece como una opción que daría respuesta a los anhelos de más de uno: todo indicaría que Baldini mira con buenos ojos la posibilidad de hacerse cargo de la Secretaria de Turismo.
Otra de las áreas que vería renovada su dirección es la de Acción Social, hoy a cargo de la preferida de Blas Altieri - pero cuestionada por inoperancia manifiesta - Silvia Martín. ¿Quién será su reemplazante? Muriale ya la habría encontrado entre los ediles.
Sin embargo, ante los hechos aún no confirmados ni consumados, una esperanza de coherencia y respeto por la palabra dada le queda a la ciudadanía: recordemos que Baldini aseguró a la prensa que la propuesta de Muriale de arribar a un acuerdo de gestión con el Bloque Proyecto Nacional fue aceptado con una condición: “Se dará cuando Altieri quede firmemente destituido”. Sólo resta, entonces, confiar en la palabra del concejal.
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