Finalmente, el Concejo Deliberante de Pinamar aprobó el presupuesto 2013 para darle las herramientas de gestión al intendente interino Hernán Muriale y garantizar su supervivencia al frente del Ejecutivo. Como se dice, la sangre no llegó al río en esa exclusiva ciudad balnearia, pese al temor de propios y ajenos del peronismo local. Sin embargo, lo atípico de esa sanción fue el proceso legislativo a todas luces irregular: mayores contribuyentes y concejales amenazados, buscados en sus domicilios particulares y llevados por la fuerza pública, uno que votó el presupuesto y está inhabilitado por tener condena en un proceso judicial, y otra amenazada con perder la concesión de venta de gaseosas en la playa y la pensión no contributiva del marido postrado con un ACV.
Así como suena, Las negociaciones fueron temerarias. Sin los votos suficientes y viciado de nulidad, la sociedad entre Muriale y Alberto Germain, presidente del cuerpo, logró con un deliberativo a puertas cerradas la aprobación del presupuesto, que establece un fuerte incremento tributario, en línea con la mayoría de los municipios bonaerenses.
Tal es así que la sociedad de Pinamar ya espera las nuevas boletas de ABL en las que se verá reflejado el "desmesurado" aumento. Por estas horas, el radicalismo está interponiendo recursos de amparo ante los organismos de control provinciales, la Asesoría de Gobierno y el Tribunal de Cuentas.
En declaraciones a NOVA, el secretario de organización del PJ local y mayor contribuyente Antonio Nercellas expresó su "más enérgico" repudio a la asamblea de concejales y mayores contribuyentes. Él mismo fue retirado por la fuerza pública, y aseguró que la asamblea "viola todas las formas y metodologías que establece la Ley Orgánica Municipal". "Lo más grave es el carácter de secreta que le dieron a la sesión, con un vallado perimetral que impidió el acceso a 100 metros", cuestionó.
De prosperar los recursos presentados, el panorama advertido para el distrito podría finalmente complejizarse, a punto tal que muchos hablan de un escándalo de proporciones. El fantasma de una posible "intervención" por parte del gobierno de Daniel Scioli sigue sobrevolando las exclusivas playas y mitines políticos de Pinamar.
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