El funcionario dejó Hacienda: “No puedo ir al Concejo a pedir plata, y que la gente del pueblo esté enojada con el aumento y lo gasten y lo repartan mal o fuera de procedimiento”. Cuestionó ascensos “discrecionales” en cargos que aún no existen ni están contemplados en el presupuesto.
Días atrás, el entonces secretario de Hacienda, Carlos Figueredo, participó de una reunión junto a miembros del Ejecutivo y de la cúpula del Sindicato de Trabajadores Municipales que culminó con un pedido de sumario para Mónica Lugones, miembro de la comisión directiva del gremio.
En esta reunión, “Lugones se enoja conmigo y me tira dos vasos de agua”. La agresión incluyó “amenaza de muerte, agresión física y verbal e intento de golpe de puño”, aseguró Figueredo, hoy subsecretario de Coordinación Administrativa y Gestión.
¿Qué se está tratando en estos tiempos y que tanto encoleriza a las partes? La aprobación de varios decretos que implican ascensos y re-categorizaciones de empleados municipales de manera “discrecional” y que deben ser incluidos en el Presupuesto 2013 que, según declaró el concejal Daniel Lamas a Pionero, aún no se conoce.
Pionero tuvo acceso a esos documentos y, luego de analizarlos, mantuvo una entrevista con el subsecretario. Entrevista que causó gran inquietud entre los funcionarios; la más “encolerizada” fue la cuestionada directora de Personal, Marta Villanueva.
¿Jueces y parte?
El Decreto Nº 0445/13, firmado el 26 de febrero por el intendente interino, Hernán Muriale, y el entonces subsecretario de Coordinación Administrativa y Gestión, Juan Carlos León, manda que a los agentes municipales que concursen por cargos de conducción (jefaturas de departamento y de división), “se les requerirá título secundario y/o funciones técnicas en la materia que se concurse, no menor a tres años”. El documento carece de la firma de quien era, en ese momento, secretario de Hacienda.
Días después, el 21 de marzo, el Ejecutivo elaboró un borrador de decreto (que está firmado por Muriale y por el secretario de Servicios Urbanos, Alberto Morales) donde se da por nombradas como jefes de departamento a cinco personas: Nora Watson, Susana Daliosio, Marcela Guerendiain, Nora Fabiani y Jorge Martínez. Este “borrador”, que “generó desacuerdos” por no respetar el decreto arriba mencionado y el estatuto del trabajador municipal, tampoco fue rubricado por Figueredo.
–¿Por qué no lo firmó?
–Porque eran discrecionales.
Y el ex secretario de Hacienda explicó: “Este decreto tenía una falla muy sencilla: tanto por normas superiores como por el RAFAM (Reforma de la Administración Financiera en el Ámbito Municipal) y leyes económicas financieras como por el Decreto Nº 1429 (Estatuto para el Personal Municipal), tienen que estar los cargos previamente contemplados en el presupuesto”.
–¿No existen los cargos?
–No existen los cargos. Se puso el carro delante del caballo. Es así de simple. Esto ya es demasiado grande para que lo maneje una mesa chica.
El Artículo 38 del Decreto Nº 1249/05, citado por el funcionario, dice claramente: “Siempre deberá existir para la cobertura de ascensos una vacante o cargo disponible en las jurisdicciones o áreas de que se trate. Su existencia deberá ser contemplada, con carácter previo, mediante su inclusión en el presupuesto de gastos que para el ejercicio fiscal siguiente se gire al HCD. Aprobado dicho presupuesto, el Departamento Ejecutivo dispondrá crear dicho cargo”.
A pesar de esto, el borrador de este decreto dice en sus considerandos “que lo expresado posee el aval de la Junta de Calificaciones, Ascensos y Disciplinas”, un órgano colegiado que impone el estatuto del personal municipal y que está compuesto por dos empleados municipales, dos funcionarios y cuya presidencia corresponde al intendente.
–Si se elaboró este borrador –firmado por Muriale y Morales–que dice que “lo expresado posee el aval de la Junta”, significa que este órgano ya evaluó y admitió los ascensos, ¿no? ¿Cuando le solicitaron que firme este decreto, le presentaron el informe de la Junta de Calificaciones?
–No. Pero el tema pasa porque no se cumple el Decreto Nº 1429, el estatuto del personal municipal elaborado por este municipio en 2005. La junta es la que garantiza la transparencia del proceso (porque) está compuesta por representantes de las dos partes. (…) Pero, cuando la junta tiene atribuciones que no le corresponden… ya no estaría bien… tanto de recomendar como de generar proyectos propios”.
Y Figueredo acotó: “Usted sabe que tuve una reunión de la cual salí agredido por Mónica Lugones, que estaba cumpliendo no sé qué rol en ese momento porque, simultáneamente, ella trabaja tanto para el sindicato como para la junta, como para una oficina de Recursos Humanos”.
–¿Ella conforma la junta?
–Ella conforma la junta con Carlos de León, Nora Fabiani (miembros de la cúpula sindical), Alberto Morales, Juanjo Rodríguez y Marta Villanueva (funcionarios). Tienen que ser cuatro pero ellos son seis. No me preguntes por qué. Pero, en algún momento, firman simultáneamente. Es bastante desprolijo todo. Por eso, ella se enoja conmigo. En realidad, venimos discutiendo de mucho tiempo atrás.
Un decreto que “incluye el ascenso de cuatro políticos”
Figueredo explicó a Pionero que también rechazó “el Decreto Nº 0447/13 por irregularidades que incluyen el ascenso de cuatro políticos. Si usted quiere preguntarse por qué me corrí, por que se corrió un político como yo, es porque no estoy de acuerdo con todo esto”.
Este decreto explicita que cuenta con el aval de la Junta de Calificaciones y manda que se nombre “con retroactividad al día 1 de enero de 2013 a los agentes y en los cargos que en cada caso corresponda”.
Este decreto que, según registra, asciende a políticos (como Alberto Bonomi y Leandro Brignoles) y aprueba la re-categorización de algunos trabajadores en más de dos categorías (como en el caso de Lugones), cuenta con la firma de Muriale y varios secretarios: Morales, Rodríguez, Juan Santoiani, Omar Curto y Miguel Canissa.
Y Figueredo le dio una recomendación a la periodista de Pionero: “Debería averiguar desde cuándo dejan de hacer su función específica para estar trabajando en la junta, dónde se reunían, cómo se reunían y qué era lo que hacían. Desde la lectura objetiva que usted le puede dar, su confusión es precisa: ¿Qué hace la junta? La junta recomienda ¿o…? Leyendo el Decreto Nº 1429/05, usted se va a dar cuenta cómo está enfocado todo”.
Leyendo el decreto, como propuso el funcionario, uno puede inferir que todo está direccionado para que gran parte de los trabajadores que resultan beneficiados con ascensos y re-categorizaciones por más de dos escalafones sean los elegidos “de siempre”. Así, como aseveró Figueredo, no se cumpliría con el Decreto Nº 1249/05.
Luego, el subsecretario agregó un comentario insinuante: “Yo, lo que hice fue marcar una irregularidad que era compartida entre partes del Ejecutivo y el sindicato. Mi función está comprometida con el proyecto hasta que deja de estarlo por ciertas cosas que yo no considero correctas”.
“Tengo obligación de advertirlo”
El ex secretario de Hacienda insistió en su argumento: “No puedo ir al Concejo a pedir plata, y que la gente del pueblo esté enojada con el aumento y que, cuando vengo, lo gasten y lo repartan mal, fuera de procedimiento o que se excedan en la reserva presupuestaria. Tengo obligación de advertirlo. Eso fue lo que hice. A alguien no le gustó y se enojó. Por eso, Lugones tiene un sumario administrativo y ya la tendrían que haber sancionado”. El expediente Nº 1189/13 está fechado el 12 de abril y se encuentra en el Departamento Ejecutivo.
Teniendo en cuenta que, el 6 de febrero, el Presupuesto 2013 retornó al Ejecutivo por pedido de éste, la advertencia de Figueredo cobra seriedad.
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