Desde lo ideológico podemos mencionar diferentes mentores de similares proyectos. Todos derechosos, golpistas y reconocidos genocidas fueron los que los impulsaron. El hijo del general Bussi en Tucumán, Luis Abelardo Patti en Escobar, el diputado pcial bonaerense Lozano de las filas del duhaldismo, etc. Etc.
El payasesco trío conformado por Germain, Baldini, y Barce (Firulete, cañito y violeta) lo único que pretenden con este proyecto es, a mi criterio, mínimamente dos cosas:
La primera es empezar a lavar su imagen de traidores, de sapos difíciles de tragar e intentar que la comunidad distraiga su atención con este golpe de efecto.
Olvidarse del Germain traidor y panquequero para instalar a un gordo bueno que lucha contra los corruptos y enfermos adictos dándoles la posibilidad de rehabilitarse. Eso sí previamente a haberlos incinerado en público, aunque tan sólo se nieguen a realizar la rinoscopia voluntaria. Para ello seguro que Firulete ya debe contar con la ayuda de algunos medios siempre proclives a arrodillarse ante un fajo de Roca o de Eva Perón.
Sobre este proyecto me surgen algunos pensamientos que quisiera compartir y hasta debatir, si gustan, con quienes lo presentan, lo defiendan y lo apoyen.
Primero el asunto de la rinoscopia. No soy médico, pero si trabajé durante años para la Secretaría de Adicciones de la Pcia. de Buenos Aires y por lo tanto puedo asegurar que la rinoscopia por sí sola no es concluyente para el diagnóstico de consumo de cocaína. La rinoscopia positiva puede deberse a diferentes y variadas patologías. Es más, en el caso de que la perforación del tabique nasal se haya producido por consumo de cocaína no se puede determinar ciertamente si el consumo es actual o pasado.
Teniendo en cuenta todo ello, ¿de qué serviría saber si un candidato tiene una rinoscopia positiva? De nada para los fines explícitos del proyecto. Se podrían argumentar innumerables causas por las cuales la rinoscopia resultó positiva y ninguna ligada al consumo de cocaína. Por otra parte, si el candidato dijera y reconociera que sí consumió cocaína pero que hace 5, 10, 15 o más años que no consume, ¿de qué serviría para el momento actual si ya está rehabilitado? Sirve sólo a los fines de la exposición pública y mediática pero que en sí mismo no constituye ningún delito. Me pregunto, ¿podrán hacer los mismos Concejales un Proyecto donde los candidatos deberían jurar que nunca ejercieron violencia de género o fueron acusados por ejercerla? Esto sí es un delito penal muchas veces oculto en la paredes del hogar.
En segundo lugar, personalmente me resulta curioso, me hace ruido que todos los antecedentes de proyectos similares hayan surgido desde la derecha golpista y reaccionaria. ¿Algún Concejal podrá explicarme esta coincidencia? Pienso en vos alta, tal vez Luis Abelardo Patti no consumía cocaína, tenía una nariz “limpita”, supongamos, no lo sé. Pero si se que está preso y condenado por crímenes de lesa humanidad. ¿Qué podemos pensar sobre esto?
Ligar, unir, adicciones y delito es un error frecuente en muchos y un deseo fuerte de esos sectores con mentalidad fascista, que en muchos casos son los que lucran y hacen ganancias con el tráfico de drogas. Los verdaderos beneficiarios de narices “limpias” de este negocio millonario.
Ahora bien, quiero seguir pensando en vos alta: ¿acaso no es un delito ético haber traicionado a todos los votantes que los pusieron en ese lugar? La mentira está condenada históricamente, tal vez no con la fuerza que quisiéramos muchas veces.
Trata de personas para ser prostituidas y drogas son, en general, delitos que van muy juntos. ¿Querrá Germain no volver a equivocarse cuando tenga que elegir un nuevo puntero político? El japonés Aguirre, actualmente preso por trata de menores, lo dejó muy mal parado y aún seguimos esperando de su parte una explicación convincente, seria y no la estúpida hipótesis de la cama política que le habrían hecho algunas personas y algunas periodistas que informaron con la verdad.
Las mejores propuestas sobre transparencia son las que apuntan a decir la verdad, a mostrarla sin tapujos, a que todos tengamos acceso a ella y a los procedimientos por los cuáles la verdad se construye. Eso es transparencia. Lo demás, las cámaras y las rinoscopias, no dejan de ser un montaje para ocultar el verdadero trasfondo de esta política pinamarense plagada de corrupción, de traiciones y de espectáculos cuasi circenses. Hoy los protagonistas de este circo son firulete, cañito y violeta. Ojalá no se sumen más Concejales a esta escena deplorable que está mostrando la política local.
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