Mientras el Poder Ejecutivo Municipal preparaba el Presupuesto 2013, Nicolás Alfaya, referente del Movimiento Vientos del Sur (VISUR) reclamaba la implementación de un presupuesto participativo en Pinamar. Pero su reclamo no quedó en palabras y presentó un Proyecto de Presupuesto Participativo por un monto de 10 millones de pesos para que sea distribuido equitativamente en todas las localidades del Partido.
El presupuesto participativo (PP) es un mecanismo de participación que permite a los vecinos destinar una parte del presupuesto municipal a la realización de propuestas y proyectos que consideren necesarios para su distrito. Es una política de participación popular que combina la democracia representativa (indirecta) con la democracia participativa (directa). El sociólogo portugués Buoaventura de Sousa Santos la define como “una forma de gobierno público que intenta romper con la tradición autoritaria y paternalista de las políticas públicas, recurriendo a la participación de la población en diferentes etapas de la preparación e implementación presupuestaria, con un énfasis especial en la definición de prioridades para la distribución de los recursos de inversión”.
Uno de los primeros responsables del PP en Porto Alegre lo definió como “un proceso de democracia directa, voluntaria y universal, donde el pueblo puede discutir y decidir sobre el presupuesto y las políticas públicas. El ciudadano no limita su participación al acto de votar para elegir al Ejecutivo o al Parlamento, sino que también decide las prioridades de gastos y controla la gestión de gobierno. Deja de ser un coadyuvante de la política tradicional para ser protagonista permanente de la gestión pública” (Tarso Genro).
El PP se desarrolla a través de una serie de reuniones o asambleas en cada una de las zonas en que suele subdividirse el territorio o distrito.
En la Argentina, el primer municipio en adoptar un presupuesto participativo fue la ciudad de Rosario en 2003. Poco a poco, otras comunas fueron adoptando el uso de esta herramienta de participación directa. Esto derivó en la creación de la Red Argentina de Presupuestos Participativos, que agrupa a los municipios que lo utilizan.
El presupuesto participativo en Pinamar
En Pinamar, Nicolás Alfaya sumó su apoyo a esta metodología de participación ciudadana: “Ante los hechos que han sumergido a la comunidad toda en una seria crisis económica a lo largo de este año, sería una necesidad urgente, que los vecinos de todo el partido puedan involucrarse con los gastos que el municipio realiza con el dinero de los contribuyentes. Es inevitable que las autoridades, tanto del Ejecutivo como del Deliberativo, pongan a consideración la implementación de un presupuesto participativo. Es decir, que sean los propios vecinos los que decidan cuáles son las inversiones más serias que se deben realizar en obras para mejorar la calidad de vida de los mismos”.
Si se implementara en nuestra comunidad un presupuesto participativo, “quedarían de lado las serias dudas que pusieron los mismos concejales que aprobarán el impuestazo de 280 millones de pesos, que propone hoy el Poder Ejecutivo de Pinamar”, asegura Alfaya. “¿Por qué Pinamar no podría poner en marcha esta nueva manera de acercar a los vecinos a la dirigencia?”.
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