La reunión se realizó con la presencia de la prensa escrita, radial y televisiva. Mientras el Departamento Ejecutivo se presentaba apegándose al Decreto 2635/14, los concejales en base al mismo decreto organizaba una sesión extraordinaria para la semana que viene a fin de darle un marco legislativo más formal según la Ley Orgánica de las Municipalidades. Otro de los motivos que tenían los ediles era evitar una reunión informal que desviara el tema de los carriles de las explicaciones racionales y documentadas. Pues hoy sucedió lo que los ediles querían evitar.
El escenario planteado se prestaba a mucha a confusión y los ataques estaban a flor de piel. El blanco de Muriale fue el concejal Lucas Ventoso (UCR). El intendente pasaba de los chascarrillos a la ira en un abrir y cerrar de ojo, de tal manera que se hacía difícil sostener una reunión juiciosa. Y el correlato a lo expuesto es el registro de las imágenes grabaciones. Avanzada la discusión en que los funcionarios se mostraban extremadamente irritados llegó al Concejo la copia de la denuncia penal realizada por el subsecretario del ANMAT, Dr. Otto Orsingher, en el Juzgado Federal N° 3 de la Fiscalía Federal N°12 en la cual denuncia las actuaciones del expediente municipal y expresa la falsificación. Una vez que el presidente del HCD, Maximiliano Santini, finalizó la lectura de dicha denuncia el intendente Muriale seguía insistiendo que la firma realizada por Orsingher en la solicitud apócrifa y la firma de la denuncia, que hacia instantes había ingresado al Concejo, “eran iguales”.
Por su parte Leandro Sarobe acusó a los medios y lo personalizó en Adelina Mercuri, Tito Bausela y el semanario Pionero, de tratarlo “de chorro y que se tienen que ir de Pinamar”. Mientras Muriale, casi al unísono, se refirió especialmente a los periodistas Angel Visaggio y a Tito Bausela. Según él los ataque a su gobierno de parte de Visaggio se producen por haber sido echado del partido político MUPP. Y los de Bausela por haber perdido la pauta publicitaria. Cuando Santini hizo mención a los periodistas oficialistas Muriale desmintió que existieran. Entre tanto el concejal Dos Santos afirmaba lo del jefe comunal con un: “Sí señor”.
Sarobe sostuvo que sus actuaciones en el expediente fueron las correctas. Sin embargo todo muestra lo contrario. Era imposible no observar que le parador no cumplía con ninguna norma. Esto es tan así que desde la primera foja con la solicitud apócrifa por lo menos debería haber despertado las dudas un contador tan sagaz.
Roberto Baena parecía estar más despierto que nunca y apuntó los cañones contra el concejal Martín Viotti (ProPin) y la superposición de su función legislativa con la de permisionario de playa. Le exigió al Concejo que constituya una comisión y se exprese al respecto como lo exige la LOM. Una vez más se desvirtuó el eje de la reunión propiciando un escenario equívoco.
Quien recogió el guante fue el concejal Juan Ocampo (FpV). De manera pausada y tranquila el edil remarcó “A causa de lo que voto Viotti en este pedido de informe, escuché al intendente en un medio decir que ´el parador de Viotti era trucho´.Hay cosas que no me terminan de cerrar. Si es trucho por qué le cobraron el canon. Y si el Ejecutivo tiene todas las herramientas por qué esperar una votación para presionar y especular”.
Muriale respondió gambeteando la pregunta. Pateo la pelota y estableció la lógica del potrero. “Me quieren interpelar por una jugüera con cuatro inflables y los concejales no ven que hay un balneario sin habilitación” dijo el mandatario.
Finalmente la discusión se diluyó sin llegar a ningún lado. Es probable que el combate continúe en una sesión extraordinaria
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