LA CONCEJAL DI PASCUALE DENUNCIÓ SUELDOS PAGADOS A ASESORES QUE NO SON TAL, ¿ASESORES O ASCENSORES?, por MARIA ADELINA MERCURI

La concejala del PJ, Rosana Di Pascuale, denunció el pago de sueldos retroactivo a dos personas que habrían trabajado en el Concejo Deliberante y que se desconoce quienes son. La suma asciende a 24.000 pesos y los beneficiarios son: Gustavo Ariel González y Juan Carlos Castinelli. Éste último sería un empleado de las cafeterías del concejal Paso. La mediocre ordenanza sobre los asesores de los concejales, armada específicamente para el puntero peronista, Emilio Markovic, permite la burla.
En dialogó con Di Pascuale dijo que periódicamente revisa la página oficial de Municipio: pinamar.gob.ar , específicamente el link de sueldos del personal municipal. La edila aclaró: “Sobre todo en este momento donde se habla de cargos y de votos a cambio a cargos y de negocios. Y me encuentro con dos personas que jamás vimos en el Concejos, ustedes saben que somos pocos, y estas dos personas percibieron sumas considerables, más de 24.000 pesos retroactivos”.
Di Pascuale indicó que “la primera reacción fue de indignación”, sobre todo por todas las falencias que padece el organismo. Al mismo tiempo aclaró que todavía no habçia tenido tiempo por se el primer día después del receso de Noche Buena y Navidad y pero que iba a pedir las explicaciones pertinentes.
Poco después de la entrevista con PinamarInfo y El Mensajero de la Costa, llamativamente la concejala recibió la visita de unos de los indicados como los merecedores de los sueldos, Juan Carlos Castinelli. Si bien ya se sabía que ambos individuos son asesores del concejal Edgardo Paso, lo que se ignoraba era que Castinelli es un empleado de los negocios Havanna, pertenecientes a la familia Paso.
La intención del señor Castinelli fue la presentarse ante Di Pascuale para que “lo conociera”, así se lo hizo saber y le comunicó además que desde hace más de veinte años trabaja en seguridad.
El tema del nombramiento de los asesores en el Concejo Deliberante encierra una trampa y una falta total de ética, no solo por parte de los nombrados sino de los ediles que utilizan esta herramienta de consulta profesional y la manejan para el pago de punteros políticos que representan lo peor de la militancia partidaria.
Para muestra falta un botón y podemos apelar a la memoria colectiva que nunca está demás. Hasta el año pasado los puestos de asesores en el Concejo era para los profesionales que instruyeran a los ediles en distintos temas. Designación indispensable ya que los concejales, en el mejor de los casos, no conocen el total de las materias de las cuales deben legislar. Y en el peor (la historia lo demuestra con innumerables casos), se encuentran los que por carambola del destino han accedido a una baca y no tiene la menor idea de donde están parados. Algo así como darle una navaja a un mono. Pero gracias a los votos del Partido Justicialista y las insistentes maniobras de Emilio Markovic, se logró la aprobación de una ordenanza por la cual los asesores no deben cumplir con el requisito de ser profesionales. De esta manera cualquiera puede acceder al cargo ¡Hasta Markovic! Es decir lo que jamás le daría el voto popular al hombre, apuntado como “ocupa” por la ciudadanía pinamarense y pobre exponente de la extracción peronista, alcanzaría al fín algo similar al ansiado puesto legislativo.