Hugo revisa los papeles. Lee, relee, observa su firma, la sigue meticulosamente con la mirada. Un instante después sonríe y expresa con emoción: "No lo puedo creer...". Es que en ese "papel" se encuentra su futuro, el que le permitirá dejar atrás 45 años de alquileres, de preocupaciones, de no tener ese techo propio que genere cobijo.
"Desde el año 74 estoy acá en Pinamar", cuenta Hugo Maldonado aun emocionado, "A los 15 años llegué desde Madariaga y comencé a trabajar como mozo en la Confitería Costa Azul, donde hoy está Pinamar S.A.".
Hugo, como todo pinamarense que se precie, tiene muchas historias para compartir: "Seguí estudiando y mientras hacía el secundario seguí trabajando. Desde aquel momento empecé a alquilar y es algo que, hasta ahora, me acompañó toda la vida".
Hugo trabaja hace trece años en una empresa de mantenimiento de ascensores, está casado y tiene tres hijas: "Estoy contento con esto que me llegó cuando menos lo esperaba. Siempre me anotaba en las diferentes convocatorias de loteos sociales y no me salía. No es que haya perdido la esperanza pero en algún momento sentí que no era para mi. Finalmente le puse mucha fe y nos llegó la chance. Ya con esto estoy repleto de felicidad. Es un cambio total para mi vida".
"Además", detalla Hugo visiblemente conmovido, "Tengo conmigo a mi hermana que es insulinodependiente. Tener un lugar propio también es una seguridad para ella. Y yo... mi familia... Sinceramente pensé que me iba a morir alquilando. Todo eso, por suerte, terminó. El 2019 lo vamos a empezar mejor que nunca", concluye con alegría.
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