Los principales dirigentes del partido se reunieron en un acto en Ferro, donde impulsaron la idea de que tener un presidente propio dentro de dos años. Las necesidades del espacio político y la interna con el partido fundado por Mauricio Macri
Por Joaquín Mugica Díaz
La Unión Cívica Radical (UCR) tiene el desafío de volver verosímil la idea de que el partido puede poner un presidente en la Casa Rosada. Es decir, que tienen el volumen, la fuerza y la convicción de luchar por el bastón de mando dentro de Juntos por el Cambio y de sostener un nombre propio que pueda ser competitivo en las elecciones del 2023.
Los dirigentes radicales reniegan de la instalada precandidatura presidencial del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Sienten, y tienen razón en sentirlo, que el PRO les marca la cancha y les impone, desde el primer minuto de juego, que la conducción de la coalición es, fue y será del espacio político fundado por Mauricio Macri.
Esas ideas giraron ayer por la tarde entre los dirigentes que estuvieron en el acto que la UCR Bonaerense organizó en el microestadio de Ferro para conmemorar los 38 años del triunfo de Raúl Alfonsín. Fue el gancho histórico que les permitió poner en escena la voluntad de tener un presidente radical en dos años.
“Tenemos que mostrarle a la Argentina que la interna presidencial que vendrá en un tiempo no será entre dos dirigentes del PRO que llevan a una porción del radicalismo detrás. Somos más que eso y hay que ponerlo en valor”, aseguró a Infobae uno de los dirigentes que más pesa en el armado político.
Quieren terminar de romper con esa idea que ellos mismos plantearon y que los describe como el “furgón de cola del PRO”. Durante la pandemia los pesos pesados del partido, como Gerardo Morales, Gustavo Valdés, Rodolfo Suárez Mario Negri, Alfredo Cornejo, Luis Naidenoff, Ernesto Saenz y Martín Lousteau empezaron a convencerse de la necesidad de plantarse dentro de la interna de Juntos por el Cambio.
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