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domingo, 24 de octubre de 2021

QUE PROPUESTAS ANTICORRUPCION SE DEBATIERON EN EL FORO ORGANIZADO POR LA CAMARA DE COMERCIO DE ESTADOS UNIDOS EN ARGENTINA

La AmCham coordinó un encuentro virtual para debatir sobre ética y transparencia en el sector público y sus repercusiones sobre el mundo corporativo


Delia Ferreira Rubio, presidenta de Transparencia Internacional

La lucha anticorrupción, los problemas que atraviesa la Justicia y el impacto de las políticas de transparencia en el clima de negocios en Argentina fueron algunos de los temas que se conversaron en un rico debate entre expertos en temas jurídicos, de transparencia e integridad corporativa organizado por la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Argentina (AmCham).

El disparador del encuentro que reunió a cinco especialistas fue el estudio “Un país en estado de sospecha. Argentina y la corrupción 2009-2021″, realizado por el Foro de Estudio sobre la Administración de Justicia (Fores). En la mesa redonda virtual se sentaron Marcelo Octavio de Jesus, ex presidente de Fores y director de ese trabajo; Delia Ferreira Rubio, presidenta de Transparencia Internacional; Néstor García, CEO y Presidente de KPMG Argentina; Armando Andruet, Presidente de la Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba; y Daniela Martin, Directora de Gestión de AmCham.

Después de un profundo análisis sobre los problemas judiciales e institucionales que sufre el país y sus repercusiones sobre el mundo corporativo, los protagonistas esbozaron distintas propuestas a futuro para mejorar las prácticas políticas, judiciales y empresariales. Iván Ruiz, periodista de Infobae, moderó la conversación entre los especialistas.

- Periodista: Después de haber analizado distintas variables en el informe “Un país en estado de sospecha”, ¿qué diagnóstico hacen de Argentina en materia de transparencia y lucha contra la corrupción?

- Marcelo de Jesús: Le pusimos ese título al trabajo porque Argentina vive una situación disfuncional. Hay una discrepancia entre dos niveles: por un lado, la institucionalidad y, por otro lado, la realidad. Encontramos que el termómetro que podría medir la discrepancia funcional en materia de corrupción es un termómetro anticuado y roto, porque las estadísticas difieren entre sí, algunas están desactualizadas.

- Periodista: ¿Se refiere a las estadísticas judiciales?

- Marcelo de Jesus: Sí, nosotros analizamos una desproporcionada cantidad de investigaciones judiciales abiertas que no se condice en lo más mínimo con las condenas. Se abrieron 1500 investigaciones por enriquecimiento ilícito, pero hubo sólo 13 condenas. Entonces uno podría pensar que si tenemos pocas condenas es porque tenemos un país íntegro, transparente, decente y que debería haber muchos inocentes. Pero no. Cuando fuimos a mirar los inocentes no encontramos que estas personas fueron sobreseídas, pero sí encontramos que las personas suelen “zafar” de una investigación criminal por distintos motivos.

- Periodista: Es decir, no fueron condenadas pero tampoco sobreseídas, ¿cómo se explica?

- Marcelo de Jesús: Muchas veces las causas prescriben, otras veces los involucrados mueren, pero también puede ocurrir que las pruebas se destruyan, como pasó en la causa de Yacyretá (donde los documentos estaban como lavados y no se podían leer), pero también hay casos donde los testigos mueren, entre otras circunstancias. Entonces, el problema que subyace es cuánto duran los casos de corrupción.

- Periodista: ¿Qué decisiones se pueden tomar para mejorar a corto plazo esta situación?

- Armando Andruet: Uno debería pensar que la corrupción es un problema de la criminalidad naturalmente, pero hay otro problema que es la desidia de los poderes judiciales. Creo verdaderamente que la cuestión no son las normas, no son las instituciones, sino que son las personas. Esa desidia va a ser muy difícil removerla mientras que el Consejo de la Magistratura no tenga una transformación profunda. De otra forma, difícilmente se pueda obtener jueces que tengan otro perfil.

- Delia Ferreira Rubio: Coincido en que estamos frente a un problema de las personas que aplican las normas. Aquí el tema es la falta de independencia de los jueces y eso se remite a quienes los nombran. Entonces aparece como tema pendiente el Consejo de la Magistratura. Pero estoy convencida que también hay un problema de normas. Acá hay una industria de la impunidad y en ese sentido sí que las normas tienen que ver. ¡No puede ser que por cada uno de los imputados en una causa haya tantos idas y vueltas! Primero una nulidad de “A”, después otra nulidad de “B”, y volvemos atrás con lo que planteó “Z”. ¡Es una cosa de nunca acabar! Las normas en ese sentido son demasiado permisivas en materia de recursos. Que una sentencia después va a ser apelada, entonces todavía no es una sentencia firme. Alguna vez lo hemos comentado con alumnos en la universidad: cuando se resuelve algún caso de corrupción, ellos ni siquiera habían nacido cuando el funcionario había cometido el delito.

- Periodista: Para entrar en casos concretos, conocemos el impacto que tuvieron los cuadernos de las coimas en la política argentina, pero se ha subestimado su aporte en materia de compliance dentro del mundo corporativo

- Daniela Martín: Sí, nosotros lo vimos reflejado en el interés que, de golpe, despertó en varias empresas que se mostraron interesadas en participar, entrenar y capacitarse en AmCham, que se lo propone como algo que tiene que traspasar las fronteras más clásicas para expandirse en la difusión de estas políticas corporativas. Obviamente, hay distintos tipos de empresas: tenemos un ejercicio más abierto con las multinacionales, que ya tienen un aparato para responder ante un caso de corrupción porque se lo exigen desde hace tiempo, pero también vimos que había una gran necesidad en las pequeñas y medianas empresas argentinas, donde esta temática casi no existía y nosotros la empezamos a plantear.

- Periodista: ¿Cómo se habla de integridad con las pymes argentinas en este delicado momento económico que atraviesan?

- Daniela Martín: Le expresamos que no es únicamente un tema de valores. Sino que empezamos a hacerles entender que esto también afecta a su competitividad . Un ejemplo muy concreto: si vos querés exportar a Estados Unidos o si vos querés ser parte de una cadena de valor de una gran compañía multinacional necesitás un programa de integridad. Hay cosas que hoy pasan a ser parte del negocio. La ética y la transparencia no solamente afecta a los políticos.

- Néstor García: Es imprescindible que una empresa sienta que la política de integridad baja desde lo más alto. Si como presidente de una compañía sucede algo, tengo una línea de ética, tengo manuales de integridad, tengo todo lo necesario en materia de compliance, pero cuando llega una denuncia la dejo pasar, entonces se está dando un mensaje equivocado. Se destruye, con una decisión, todo lo que se construyó.

- Delia Ferreira Rubio: El interés empresarial por la integridad en Argentina fue paralelo a los cuadernos de las coimas, pero tiene que ver con otros factores también. A partir de los últimos años el sector privado ha sido más consciente de su responsabilidad y se han ido aprobando normativas como la ley de responsabilidad penal de las personas jurídicas, que también ha sido un ingrediente para la preocupación.

- Periodista: Si una pyme quisiera dar su primer paso en materia de integridad, ¿Qué primeras medidas podría adoptar?

- Daniela Martín: Lo primero es nombrar a una persona responsable de integridad y aliarlo al dueño de la compañía. Algo más práctico podría ser empezar a trabajar con el abogado de confianza como oficial de cumplimiento de integridad. Otra acción es armar tu propio código de ética para la compañía. AmCham tiene un modelo de código de ética que hicimos hace 15 años, totalmente actualizado, y está a disposición. Ya con esos elementos, la compañía empieza a establecer algunas reglas propias. Ese código de ética no queda en la pared, sino que tenés que llevarlo a los empleados de tu pyme para que se interioricen y lo firmen. También podés hacer capacitaciones. Con estas medidas empezás a cambiar un poco la cultura de la organización.

- Periodista: ¿Qué costos tiene la implementación de una política de integridad?

- Néstor García: Esto depende más de la actitud que de los costos, porque no son medidas caras. Muchas veces el abogado ya trabaja en la compañía. Acceder a un código de ética tampoco es caro. El seguimiento, cuando hay denuncias, puede ser externo o interno. En ese caso sí varían los costos, depende cómo se haga. Es fundamental para la integridad de una organización cuando se abre una línea de denuncia, que muchas veces es anónima, entonces la gente se siente respaldada para denunciar si ve que la empresa actúa en consecuencia. Pero repito: no es una política costosa.

- Periodista: Volvamos a la política, ¿qué se hace para mejorar la Justicia?

- Armando Ardruet: A mí me parece muy significativo el nombre del documento de Fores: “Un país en estado de sospecha”. Lo preocupante es hacia dónde vamos. Yo pienso que tal vez iremos hacia un país de ficción, donde todo parece lo que no es. Es como si el país hiciera que juzga, hiciera que investiga. Para salir de esa realidad los esfuerzos tendrán que ser titánicos. Comodoro Py habla en gran medida de ese Estado ficcional. Existe un gran falseamiento de lo que realmente ocurre allí: los jueces que se han convertido en expertos tiempistas. Cuando uno ve dos jueces que se pelean por tomar una causa no es justamente para ver quién se va a ocupar más activamente de la causa. Sino quién la va a pisar con mejor criterio. La tarea titánica comienza por el Consejo de la Magistratura, que tiene las herramientas suficientes para precisamente destituir a los magistrados, como no se ha hecho, por ejemplo, con [Norberto] Oyarbide, una imagen simbólica muy fuerte hacia el resto de Poder Judicial. Es muy difícil volver de eso.

- Marcelo de Jesús: Somos muchos los que tenemos la sensación de que si en Argentina querés hacer algo, tenés que violar la ley. Por ejemplo, cuando una empleada doméstica te dice: “Por favor no me blanquee, porque si no pierdo el subsidio”. Lo que está pasando ahí es que el subsidio no es suficiente y necesita complementar. Tampoco el sueldo es suficiente porque hay mucha inflación. Entonces, lo que ocurre en otros niveles más elevados de la institucionalidad se transforma en un pésimo ejemplo porque la sociedad percibe que hay muchas causas de corrupción que nunca terminan en condena. Esto es un estímulo para que la gente siga tratando de quebrar la ley por todos los obstáculos que plantea el sistema.

- Periodista: ¿Cómo se rompe ese círculo?

- Marcelo de Jesús: De arriba hacia abajo, en la Justicia, es indispensable trabajar en las estadísticas, porque eso nos evita ir a las soluciones mágicas como esa idea de reformar la Justicia. Primero, eso nos permite medir. Segundo, nos permite establecer las causas de los problemas. Justamente desde allí se edifican los cimientos de las soluciones. Entiendo que esto, el management judicial, no tiene mucho glamour. La tercera propuesta es trabajar con la sociedad civil, no sólo con en el sector privado, que ahora con el compliance están haciendo un muy buen trabajo.

- Periodista. ¿Qué se le puede pedir o exigir a la sociedad civil en estos tiempo?

- Delia Ferreira Rubio: La sociedad tiene que abandonar la indiferencia. Mientras sigan votando corruptos, piensen que todos son iguales y que ya no queda nada por hacer... Ese tipo de apatía no contribuye porque el mensaje que le damos a la política es: “Sigan nomás”. En cambio, si el mensaje es distinto, como el objetivo de la política es llegar al poder, entonces nos van a ofrecerme mejores candidatos.

- Daniela Martín: Lamentablemente en Argentina tuvimos diferentes gobiernos que han sido corruptos y diferentes empresarios que han sido corruptos, porque esto vale para los dos lados. Mirando hacia adelante, las empresas que están en Argentina no se van a ir porque acá haya corrupción. Éstas compañías ya tienen inversiones plantadas. Pero tenemos que lograr un ambiente de negocio más transparente, porque sino las empresas de afuera que quieran invertir nunca van a venir a Argentina.

Periodista. Entonces, sí nos queda optimismo para el futuro

- Néstor García: Soy muy optimista por el futuro porque conozco el ambiente corporativo, veo las tendencias a nivel mundial y también observo cómo piensan los jóvenes de las nuevas generaciones. Nos puede llevar más o menos tiempo, pero vamos a mejorar. Espero que la sociedad argentina despierte y vaya votando a candidatos que sean transparentes y éticos.

- Delia Ferreira Rubio: Soy una optimista permanente. Hay que tener la capacidad de mirar la película completa. Los más jóvenes, en especial los millenials, quieren que todo se solucione ya. Me gustaría mostrarles que, desde que volvimos a la democracia, se ha avanzado mucho. No todo lo que querríamos, obviamente, pero se puede seguir avanzado. Esto es lento, requiere de paciencia y perseverancia. La sociedad está empezando a cambiar, pero hay que seguir trabajando porque cada vez somos más.

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