La marcha del kirchnerismo desde la ex ESMA a la Plaza de Mayo, que se prolongó durante toda la tarde de ayer, fue una demostración de fuerza y un velado pedido de autocrítica al Presidente sobre el rumbo de la gestión económica y las decisiones políticas al interior del Frente de Todo
Por Brenda Struminger
La masiva y exultante peregrinación que encabezó La Cámpora por el Día de la Memoria, desde la ex ESMA a la Plaza de Mayo, fue un mensaje contundente a Alberto Fernández en el contexto de máxima tensión que se vive en el Gobierno. Las largas columnas de miles de manifestantes con banderas de la organización, los cánticos y los estruendos, y la caminata de 13 kilómetros desde el norte de la ciudad al microcentro representaron, más que un grito contra el terrorismo de Estado, una serie de veladas exigencias que, aseguran, ya hicieron llegar al primer mandatario. Son reclamos vinculados a la toma de decisiones en la gestión, a la admisión sobre el estado ruinoso de la situación económica, y al posicionamiento político en el Frente de Todos, pero también frente a Juntos por el Cambio.
“Alberto se tiene que sentar con Cristina. Pero no a tomar el té, sino a hacer autocrítica y tomar decisiones. Tiene que admitir que su gobierno es un desastre. Él no lo ve así, pero está equivocado. El país está destruido”, disparó ayer por la tarde un importante funcionario que habla a diario con Máximo y Cristina Kirchner, en diálogo con Infobae, casi a los gritos, para hacerse escuchar entre los bombos y los petardos. Acababa de desembarcar en la Plaza de Mayo junto a las bases que responden a La Cámpora y a varios intendentes de peso del PJ bonaerense después de caminar durante cinco horas desde Núñez al Microcentro, en el marco de la movilización organizada durante un mes, con una convocatoria muy amplia y una puesta en escena minuciosa, creada con el fin de mostrarle a Alberto Fernández quién tiene mayor peso en la coalición.
En La Cámpora están convencidos de que la situación gravísima de la economía es responsabilidad pura y exclusivamente de Alberto Fernández. Creen que el Presidente y su equipo de gobierno no son idóneos, y ratifican, una y otra vez, que el diagnóstico que hizo Cristina Kirchner hace ya un año y medio, con su emblemática carta sobre “los funcionarios que no funcionan”, sigue en pie. Juran que en los últimos meses se corrieron de la gestión para “dejarlo gobernar”, pero consideran que el resultado, inclusive después de la derrota en las PASO, fue “desastroso”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario