El proyecto de ley ingresará al Congreso y se debatirá en comisiones. Incluirá reducción del déficit, una proyección de crecimiento leve, una caída de la inflación y un aumento en los fondos para obra pública
Por Mariano Boettner
El Gobierno enviará este jueves al Congreso el proyecto de Presupuesto 2023 y dejará delineada cuál es la hoja de ruta que prevé para la economía en el año de las elecciones presidenciales. Algunos de los números principales incluidos en la iniciativa están cruzados por el contenido del programa económico acordado con el Fondo Monetario Internacional.
El ministro de Economía Sergio Massa y su equipo terminaban de dar ayer las últimas puntadas del proyecto de ingresos y gastos para el año próximo, que incluirá una estimación de inflación a la baja respecto al casi 100% que espera el sector privado para este año, una reducción del déficit primario de unos $500.000 millones, crecimiento moderado del Producto Bruto y un recorte en el financiamiento del Banco Central al Tesoro.
El proyecto incluirá una estimación de inflación a la baja respecto al casi 100% que espera el sector privado para este año, una reducción del déficit primario de unos $500.000 millones y un crecimiento leve del PBI
Massa tuvo esta semana dos reuniones, con el presidente Alberto Fernández el martes y con la vicepresidenta Cristina Kirchner este miércoles en el Senado -además de un encuentro con las autoridades de Diputados- horas antes de enviar el proyecto definitivo al debate parlamentario, que comenzará en comisiones de la cámara baja antes de llegar al recinto.
Tal como ratificó hace algunos días la directora gerente del FMI Kristalina Georgieva, el Presupuesto 2023 establecerá para el año próximo un déficit primario equivalente a 1,9% del Producto Bruto, lo que implicaría un recorte desde el 2,5% del PBI con el que esa variable finalizaría este año, tal como se comprometió Massa ante los funcionarios del Fondo.
A valores actuales, -la nominalidad de esa poda de 0,6 puntos porcentuales del Producto será otra distinta en 2023 por efecto de la inflación- se trataría de un ajuste de unos $450.000 millones. El ahorro fiscal calculado para todo 2023 por el nuevo esquema de subsidios con tope de consumo orillaría el 0,5% del PBI, por lo que la mayor parte podría provenir por ese canal.
Según pudo saber Infobae, la proyección de inflación será de 60% y la de crecimiento del Producto Bruto será de 2%, un número inferior al que se preveía hasta hace algunos meses. Además, el equipo económico prevé un recorte considerable en el gasto en subsidios a la energía y en importaciones de este rubro, que este año insumieron una buena cantidad de reservas del Banco Central.
El Presupuesto 2023 establecerá para el año próximo un déficit primario equivalente a 1,9% del Producto Bruto, lo que implicaría un recorte desde el 2,5% del PBI con el que esa variable finalizaría este año
Esa cifra de inflación implicaría un caída fuerte respecto al casi 100% que el sector privado espera para este año. La estrategia pasa por medidas de orden fiscal y de orden monetario. En el primer aspecto se incluyen la poda al déficit primario y el corte a la emisión monetaria desde el BCRA hacia el Tesoro.
También aparece como otro elemento la cuestión de las tasas de interés y la necesidad de que permanezcan en terreno positivo frente a la inflación forma parte de las conversaciones y negociaciones técnicas que el Gobierno sostiene con el Fondo Monetario Internacional, ya que es uno de los elementos que el organismo remarcó como decisivo para la implementación del programa económico.
Otros números que trascendieron y que estarían incluidos en el Presupuesto 2023 están relacionados al fondeo para inversión de capital, que sería de 1,95% del PBI, otro 0,34% del Producto para el área de Ciencia y tecnología y un 0,1% para transporte.
El proyecto de ley llegará al Congreso en las próximas horas, cuando se conocerá el texto completo, que además incluirá cuáles serán las estimaciones oficiales de tipo de cambio, de comercio exterior, recaudación impositiva, gasto público, regímenes impositivos particulares y exenciones tributarias, entre otras variables. El miércoles por la tarde dos funcionarios claves para el diseño del presupuesto pasaron por el despacho de Massa: el viceministro Gabriel Rubinstein y el secretario de Hacienda Raúl Rigo.
Los proyectos de presupuesto, además de determinar cuántos fondos tendrá cada área del Estado, incluyendo ministerios, organismos descentralizados o empresas públicas, requieren especificar qué fuentes de financiamiento tendrán para cada caso.
El texto incluirá cuáles serán las estimaciones oficiales de tipo de cambio, de comercio exterior, recaudación impositiva, gasto público, regímenes impositivos particulares y exenciones tributarias
Es en ese momento en que aparece en la mesa un segundo elemento relacionado a la discusión con el FMI: cuánto de ese fondeo provendrá de los recursos del Tesoro, cuánto del financiamiento del mercado de capitales en pesos, cuánto del Banco Central y qué porción será por la vía de préstamos de organismo internacionales de crédito.
Una cuenta sensible en todos los presupuestos es la que determina cuál será la magnitud del fondeo para la obra pública, uno de los factores que el Gobierno identifica como impulsores de la actividad económica. Fuentes oficiales aseguran que la iniciativa que se conocerá dentro de una semana incluirá una partida cercana a los $800.000 millones para proyectos de obra pública.
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