Después de los primeros sondeos en Juntos por el Cambio, cerca de Cristina Kirchner evalúan tomar contacto con el macrismo. Pero en el entorno del ex presidente aseguran que cualquier vínculo entre el oficialismo y la oposición debe estar acotado al ámbito legislativo
Por Brenda Struminger
La semana pasada empezaron a trascender los primeros acercamientos de parte del kirchnerismo con la UCR y a la Coalición Cívica, pero más allá de los ruidos que se generaron en la oposición, quedaron abiertas dos grandes incógnitas. Por un lado, cuándo se produciría -si es que ocurría- un contacto con el PRO. Por otro, quién sería el principal interlocutor en el partido de Mauricio Macri. Si bien no hay definiciones, en el kirchnerismo confirman que evalúan mover los hilos para empezar a generar contactos con el ala dura de Juntos por el Cambio, tras bambalinas. Pero cerca del ex presidente niegan de plano un contacto posterior al intento de asesinato contra Cristina Kirchner, y aseguran que, más allá de la gravedad de la situación, cualquier vínculo político entre el oficialismo y la oposición debe estar enmarcado en el ámbito del Congreso.
“El marco institucional para la convivencia de la Argentina es el Parlamento. Allí se debate, entre las distintas fuerzas políticas. Esto no depende de una, o dos personas”, dicen en las oficinas del ex mandatario.
En el Instituto Patria confirman, con todas las letras, que la Vicepresidenta está convencida de la necesidad de tender puentes, no sólo con la UCR y el espacio de Elisa Carrió, sino, también, con el mundo macrista. A pesar de la infinidad de encendidos discursos de su jefa política en contra del líder del PRO, en particular por el endeudamiento con el FMI, aseguran que Cristina Kirchner es “profundamente institucionalista”, más allá de “los intentos de caricaturizarla de la oposición y sus colaboradores en los medios”.
Para ratificar que hay vocación de diálogo incluso con los sectores más alejados en el espectro ideológico, remiten a algunos mensajes de la propia CFK. “Esto no es nuevo. Cristina lo viene diciendo hace tiempo”, dicen desde el Senado, en referencia a algunos de sus discursos de los últimos meses. Recuerdan, en particular, que “hasta le puso nombre” a la idea, con la sigla “GANA” - ”Gran Acuerdo Nacional”- que, si se lee como sustantivo, tiene un significado propio. Usó esa referencia en diciembre, en la Plaza de Mayo, rememoran. Y conectan aquella idea con el mensaje que emitió hace tres meses desde El Calafate, cuando listó una serie de problemas en común entre sus propias gestiones y la de Macri, y pidió de “acordar” contra la “economía bimonetaria” para evitar un panorama sombrío.
El principal emisor de la Vicepresidenta es el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, alto funcionario con despacho en la planta baja de la Casa Rosada, que mantiene diálogos puntuales con el Presidente, pero una interlocución permanente con Cristina Kirchner. De hecho, el contacto del ministro con la jefa del kirchnerismo se profundizó en las dos semanas posteriores al atentado
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