Con un potencial para garantizar 60 años de consumo de crudo y 170 años de gas, y precios competitivos, el cambio del escenario internacional con la invasión de Rusia a Ucrania invita a acelerar las inversiones
Por Natalia Donato
Desde Neuquén - Si antes de la invasión de Rusia y Ucrania Vaca Muerta era la gran promesa energética de la Argentina, con un potencial para garantizar 60 años de consumo de petróleo y 170 años de gas, y a precios competitivos, tras el conflicto bélico ya no quedan dudas.
El salto exponencial en el costo de la energía, sumado a las demoras locales en avanzar con obras de infraestructura para transportar más gas -gasoducto Néstor Kirchner-, hizo que la balanza comercial con el resto del mundo del sector se volviera muy deficitaria, lo que complicó más de lo que estaba el problema de la falta de divisas que afronta el país.
La necesidad de revertir este escenario y las grandes oportunidades que aparecieron para exportar, con precios que se estima en el sector petrolero seguirán altos a nivel mundial, derivaron en un consenso generalizado de que la Argentina tiene que avanzar de forma urgente con cambios regulatorios e inversiones en infraestructura para poder aprovechar al máximo el potencial que tiene el yacimiento neuquino.
El festejo del Día de la Industria que la UIA había organizado en el Parque Industrial de Neuquén tenía como propósito generar un debate en torno a estos desafíos, con la presencia de directivos de varias compañías que operan en Vaca Muerta. Pero el intento de magnicidio a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner la noche anterior modificó todos los planes y el seminario previsto, con referentes de YPF, Panamerican Energy (PAE) y Tecpetrol, del Grupo Techint, fue cancelado. Aún así, charlas informales con varias fuentes de la industria fueron suficientes para tener un escenario claro de cuáles son las preocupaciones y los desafíos que el sector petrolero tiene hacia adelante.
“Hay quienes piensan que primero hay que estabilizar la macro para que proyectos como los que se requieren para aprovechar al máximo Vaca Muerta sean viables. Eso es verdad. Pero la pregunta que nos hacemos es: ´¿Hay tiempo para esperar? ¿O, por el contrario, se generan las condiciones necesarias para estos proyectos puedan lanzarse en paralelo y contribuyan a esa estabilización macro?´. Nosotros creemos que si bien es super necesario estabilizar la macro, acá existe la posibilidad de encapsular estos proyectos y dar las señales necesarias para que esto arranque más rápido”, afirmó un alto directivo de una de las principales compañías del sector, mientras calculaba que para poder cumplir con el Plan de Vaca Muerta 2030, se requerirán inversiones acumuladas en torno a los USD 70.000 millones hasta entonces.
Son varias las limitaciones con las que se encuentra el sector, pero la falta de infraestructura, especialmente de transporte, es una de las principales, tanto en petróleo como en gas. Según las fuentes, todo el desarrollo futuro y los mayores volúmenes provendrán de Vaca Muerta, por lo que “hay que reconectar al país de manera distinta. Hay que llegar al norte del yacimiento y compensar las declinaciones del sur, así como también reconfigurar los oleoductos y gasoductos para que Vaca Muerta sea el centro”.
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