Lejos de los desfiles cívico militares y los aplausos que caracterizaron los festejos de esta fecha durante las diversas y reiteradas gestiones del intendente Blas Altieri, el nuevo aniversario encuentra a un Pinamar sumido en la crisis político institucional más profunda de su historia.Por Mariana Dufour (desde Pinamar) / Serán los Trabajadores de la Cultura y los ciudadanos indignados por la falta de inversión en esa área y en educación quienes lleven adelante un acto que tendrá, como debe ser en una fecha como la que se recuerda, sabor a rebeldía.
Semanas atrás, el secretario de Turismo Cultura y Educación de Pinamar, Carlos Buchelli, anunció que los talleres de arte y oficios que el Municipio brinda a la comunidad desde hace más de veinte años, fueron suspendidos por falta de presupuesto. Bajo el lema La cultura no puede parar, los talleristas manifestaron su protesta en la vía pública a través de clases abiertas, compartiendo con los vecinos momentos de música y canto, exponiendo sus artesanías y los frutos de sus clases en años anteriores. “Si no estamos en nuestros espacios habituales, estamos en la calle. No se puede borrar la cultura de un plumazo con el solo pretexto de un presupuesto”, manifestaron los trabajadores.
Ante la falta de respuesta por parte del gobierno municipal y la flamante declaratoria de emergencia económica en Pinamar, ahora es la comunidad la que sale a reclamar por los derechos a acceder a capacitación en arte y oficios. “Es vergonzoso que todavía exista un lugar en la Argentina donde se reprima la educación cultural pública y gratuita. Ojalá encontremos una respuesta para toda la comunidad”, afirman.
Con el objeto de pelear por este espacio perdido, los vecinos interesados en esta lucha, se juntan para organizar un festival buscando ser escuchados, programado para una fecha emblemática: el 25 de Mayo.
Porque los afectados con esta medida no son solo los docentes sino la comunidad toda, los Trabajadores de la Cultura enviaron un comunicado que muestra claramente su desconcierto, su indignación y su reclamo.
El mensaje de los trabajadores
“Ya lo dijo Eduardo Galeano: ‘Hay que luchar contra la cultura del desvínculo, que no sólo separa la razón del corazón, el pasado del presente y la vocación del trabajo: también nos separa entre nosotros mismos, como islas condenadas a la soledad’”.
Ajustar por el lado de la Cultura y la Educación, como lo esta haciendo este gobierno municipal, no es falta de ideas. Tampoco desidia o ineptitud. Es una concepción ideológica; es una política de Estado que tiene un claro objetivo: sostener la individualidad, la desunión y la dependencia a ultranza.
Como ciudadanos y hacedores de la cultura en Pinamar, no podemos desconocer que ella es una forma de relacionarse con los demás y, por lo tanto, atraviesa todas las instancias de la vida: familia, amigos, educación, trabajo. “Quienes nos gobiernan lo saben muy bien. La cultura, matriz fundamental de los pueblos, es forjadora de espacios de participación y desarrollo. La cultura y la educación son generadoras de identidad, pertenencia y redes sociales…construcciones tan combatidas por años en nuestro país”, sostienen los trabajadores.
Como si la década infame de los ´90 aún viviera sus mejores años, esta gestión de gobierno administra los dineros públicos con una orientación claramente neoliberal que, perversamente, considera “el derecho al derroche como privilegio de pocos y libertad de todos”.
Reconocer el valor de la cultura y la educación implica una fuerte decisión política y un compromiso ideológico, jurídico y económico que debe verse reflejado en un cambio sustancial de las propuestas generadas y estimuladas desde los espacios gubernamentales como la Secretaria de Turismo, Cultura y Educación. Porque la cultura y la diversidad de sus manifestaciones se fortalecen mediante la libre circulación de las ideas y se nutren de los intercambios y la interacción, los ciudadanos de Pinamar reclamamos el respeto a los derechos fundamentales de todo hombre y mujer: el acceso a la cultura y la educación así como el respeto a los derechos laborales garantizados en la Constitución Nacional.
Cercanos a una fecha tan importante y significativa para nuestra historia como lo es el 25 de Mayo, es necesario reconocer que, en Pinamar, “la independencia es, todavía, una tarea por hacer. Por eso, los Trabajadores de la Cultura exigimos el respeto de los derechos garantizados en la Carta Magna”.
El Festival del 25 de Mayo
“Vamos a expresarnos de la manera que mejor sabemos hacer: con el arte en la calle. Estamos intentado que el gobierno tome conciencia que la cultura es una inversión y no un gasto. Esta es la respuesta a una actitud insensible del gobierno municipal que ataca por los lugares más débiles: el sueldo de los trabajadores. Son 58 profesores a la calle, 2.000 alumnos sin talleres. Esto es intolerable”. Los manifestantes recordaron que, en 2001, el pueblo dijo “que se vayan todos” dando otra oportunidad a la política. “Pero estos tipos están conspirando con ese Estado y pretenden marginar a grandes sectores de la sociedad de Pinamar. No se trata solo de ineptitud y desidia. Esto es concepción ideológica”.
Mientras, Altieri se llama a silencio. Hace años que el 25 de Mayo es, para el intendente, una fecha importante que conmemora con un pomposo desfile cívico militar por la Av. Bunge, que incluye espectáculos artísticos, feria de artesanos y patio de comidas. En el cierre del acto, nunca ha faltado un artista de renombre nacional. Todo indica que este año el desfile faltará a la cita: una gacetilla oficial señala que el jefe comunal invita a la comunidad a celebrar el 202º Aniversario de la Revolución de Mayo en una pequeña plaza de Pinamar.
Fuentes no oficiales ya anunciaron que Altieri no estaría presente en el acto: dispuesto a buscar la foto que lo muestre junto a autoridades provinciales y nacionales, estaría intentando compartir el acto oficial organizado por Presidencia.
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