Por Alberto Lettieri, especial para NOVA
Los últimos tiempos han sido duros con el presidente Mauricio Macri. La mayoría cree que sólo está cosechando su propia siembra. La economía, por el piso. Los precios, por las nubes. La inflación, desatada. El FMI, impidiendo cualquier viso de crecimiento de una economía productiva. Su pretendido ideario económico, desmentido por las medidas de alivio. La pobreza, descontrolada. Los medios internacionales, burlándose o pronosticando el default y la híper inminentes. El mundo financiero, condenándolo con 854 básicos de riesgo país. La salud, destruida.
Nada funciona y ya nadie le cree que la culpa es la pesada herencia. De hecho, nadie le cree más. Los medios que lo sostenían a rajatabla le bajan el pulgar, y tanto esa prensa “amiga” como dentro del propio PRO le exigen que dé un paso al costado en su desesperación por ser reelecto, cuando aún queda algo de tiempo para instalar a María Eugenia Vidal. El periodista Gustavo González, afín al gobierno, definió a la etapa actual como “apocalipsis zombie”.
El presidente, en plena crisis, se fue de vacaciones de fin de semana de Pascuas a un exclusivo destino turístico en Alta Gracia, Córdoba. Si algo faltaba para avivar la hoguera que encendió con el videíto casero ordinario que anticipó el anuncio deshilachado de sus ministros de medidas en las que no creen, y sobre las que ni siquiera consiguen definir su alcance, era ese viaje. En menos de 4 meses ya se tomó 32 días de descanso. Con la Argentina incendiada y con un futuro apocalíptico. ¿Qué más podría agregarse?
En su descanso exclusivo, parece haber reflexionado, y ordenó programar una reunión con los empresarios caracterizados con los que se suscribieron los acuerdos de precios para “aliviar” el sufrimiento argentino para este lunes, y realizar una convocatoria urgente para este martes a los cinco Gobernadores de Cambiemos. A Macri parece desvelarlo únicamente su reelección. No queda en claro qué propondrá. Tampoco los que podrían contestarle.
Pero la convocatoria no tiene buenos augurios. Sobre todo, porque el presidente juega un juego y sus referentes territoriales parecen actuar en cortocircuito. Cuando más precisa el respaldo de la UCR, cada uno pretende cuidar su quintita.
El nuevo golpe que conmovió a Macri fue la decisión del presidente del Comité Nacional de la UCR y Gobernador de la Provincia de Mendoza, Alfredo Cornejo, de excluir a los candidatos del PRO de sus listas, en las internas de Cambiemos de cara a las elecciones provinciales anticipadas. La razón que disparó la decisión fue la determinación de Omar de Marchi, referente del PRO en la provincia, de mantener su postulación a gobernador para competir con los candidatos de Cornejo. Pero el líder radical hizo más que eso, e incluyó en sus propias listas a candidatos de los espacios de Sergio Massa y de Juan Manuel Urtubey. Un dato no menor es que Cornejo se expresó en términos críticos respecto de Roberto Lavagna.
La relación entre Cornejo y Macri se deteriora cada día, y el gobernador mendocino, con altura, no deja de expresar su malhumor. ¿Asistirá el martes a la convocatoria de Mauricio Macri? Si lo hace, ¿en qué términos? Mientras tanto, la Convención Nacional del radicalismo no tiene fecha definitiva aún, por lo que se ignora la posición final que tomará el partido respecto de la alianza Cambiemos.
Macri sólo piensa en su reelección. Las encuestas y las acciones, incluso de actores y medios más cercanos, la consideran cada día más lejana.
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