El domingo pasado, Martin Lousteau publicó un editorial en Infobae, titulado “Se necesita una coalición que supere a Cambiemos”, en el que, luego de realizar una fulminante crítica de las políticas económicas del Gobierno Nacional, afirmó que: “No es tiempo de especular. Tampoco de discutir tan solo candidaturas o cargos. El radicalismo debe revisitar la convención de Gualeguaychú para convertirse en el puente entre espacios que hoy parecen distantes pero que tienen la responsabilidad de construir lo que hace falta. Cambiemos, con su experiencia, debe ser parte importante de ello. Pero lo mismo vale para los radicales que no se sienten dentro de ese espacio, para Roberto Lavagna, para el socialismo de Santa Fe, para muchos gobernadores peronistas o de partidos provinciales, y también para sectores independientes y de la sociedad civil, todos conscientes de las penurias que los argentinos venimos acumulando y de lo que se requiere para dar definitivamente vuelta la página”.
Sin embargo, el título resultó engañoso, ya que, en realidad, lo que proponía el ex ministro de Economía de Cristina Fernández de Kirchner y Embajador de Mauricio Macri en los EEUU era darle una lavada de cara a la alianza Cambiemos, incorporando a nuevos actores sociales y políticos a la coalición, entre ellos al economista Roberto Lavagna.
Dese hace algunas semanas, Lousteau viene coqueteando con Macri –quien le habría ofrecido la candidatura a la Vice Presidencia- y con o Lavagna, quien le habría ofrecido un lugar similar en su lista, o bien la opción de la Jefatura de Gobierno de Buenos Aires. La Vice-presidencia junto a Lavagna no sedujo al reciente afiliado a la UCR, en tanto la segunda alternativa fue tomada en consideración.
Ante la publicación del editorial, Lavagna reacción de inmediato, cerrándole la puerta de raíz, afirmando que la convocatoria “No sirve para nada. (ya que) Cambiemos es parte de la grieta y Cristina es la otra parte de la grieta. Acá hay que construir un puente, ubicarse en un centro progresista y no dejarse atraer por los cantos de sirena”.
"Partimos de que, si no hay un Gobierno de unión nacional, con una base amplia, del orden del 55% o 60% va a ser muy difícil enfrentar las cosas heredadas del gobierno anterior y del anterior", amplió.
En el espacio de Lousteau tomaron la respuesta como una ruptura, y rápidamente se agilizaron las comunicaciones con el Gobierno Nacional. A punto tal que fuentes caracterizadas de ambos espacios deslizaron, en off, que la fórmula Macri-Lousteau ya se amasó. Sólo le falta el golpe de horno. Nada menos…
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