La Defensoría de la Tercera Edad realizó un estudio sobre el costo de la canasta básica para los jubilados que arrojó cifrar alarmantes al demostrar que para cubrir sus necesidades los pasivos necesitan de un ingreso de por lo menos $30.524, es decir que quienes cobran la mínima apenas llegan a la tercera parte.
Fijada en $10.400 desde marzo de este año, la jubilación mínima la perciben alrededor de dos millones y medios de trabajadores pasivos, por lo que si solo dependieran de esos ingresos no podrían cubrir los costos de vivienda, alimentos, abrigo y medicamentos.
El organismo que preside Eugenio Semino realiza este informe desde el año 2010, cuando la canasta de los jubilados tenía un costo de $2053, es decir que aumento un 1386 por ciento en 9 años, y solo desde diciembre del año pasado la suba fue de 17 puntos, muy por encima de toda actualización salarial del sector.
Vale recordar además que el gobierno de Mauricio Macri eliminó las cobertura de medicamentos al 100 por ciento que tenían los afiliados del PAMI y que los requisitos para acceder a la tarifa social de servicios públicos dejan afuera a millones de jubilados que deben entonces pagar las tarifas completas con aumentos de más del 2 mil por ciento.
En ese sentido las entidades de defensa de los pasivos rechazaron los anuncios del ejecutivo nacional y reclamaron una recomposición de los haberes en lugar de la habilitación de líneas de crédito como presentó la ministra de Desarrollo Social Carolina Stanley.
No hay comentarios:
Publicar un comentario