El viernes 13 se realizó una nueva Sesión Ordinaria en el Concejo Deliberante de Pinamar que tuvo a los Trabajadores de la Cultura como protagonistas de la Banca del Vecino. El reclamo de este sector va de la mano de la desatención que vienen sufriendo por parte del Poder Ejecutivo, el Sindicato de Trabajadores Municipales y gran parte del Cuerpo Deliberativo.
Demian Lavenas fue el responsable de tomar la palabra “en representación de la Asamblea de Trabajadores de la Cultura con el objeto de fundamentar la necesidad de tratamiento en forma urgente del proyecto de ordenanza que busca regular la contratación y actividad de los Talleres de Artes y Oficios que dependen la Dirección de Cultura y Educación de Pinamar”, presentado en octubre del 2012.
En primer lugar, Lavenas expuso sobre la situación en la que se encuentran los trabajadores y aclaró que la presentación de este proyecto impulsa el ingreso a la función pública por concurso (Ley Nº 11.757). Según explicó el orador, la iniciativa “posee total viabilidad jurídica” y “su implementación corrige la situación irregular” en la que se encuentran hoy los trabajadores. “Su puesta en marcha no supone gasto alguno al erario público”, aseguró.
Lavenas recordó que hace mas de 20 años que la Direccion de Cultura y Educación brinda talleres en diferentes disciplinas. “Sin embargo, los constantes recortes presupuestarios, los inconvenientes edilicios, la inexistencia de una planificación a largo plazo y la ausencia de un proyecto educativo-cultural, han impedido que nuestra labor responda en forma satisfactoria a la comunidad”, aseguró Lavenas. “Los profesores son designados mes a mes, teniendo que esperar a ser notificados en su continuidad hasta el día mismo de reiniciar sus funciones. Tal precariedad no se condice con el trabajo digno que merece todo trabajador”.
Los Trabajadores de la Cultura manifestaron, a través de la Banca del Vecino, señalaron a los ediles que la comunidad merece contar con una estructura y organización del área “que permita un desarrollo sostenido y planificado que no dependa del azar ni de voluntad del director de turno!. Y remarcaron: “Este reglamento es, para todos, una reparación histórica”.
Recordemos que la iniciativa remite a otras ya dadas por los Guardavidas de Pinamar y los Profesores de Educación Física. Igual que ellos, los Trabajadores de la Cultura buscan “mejorar el servicio” que brindan a la comunidad estableciendo “nuevos y ambiciosos parámetros de excelencia e incentivando al docente a una permanente capacitación”. Tal como lo demanda la función docente, “la formación psicopedagógica brinda la posibilidad de realizar diagnósticos grupales e individuales, observando y evaluando hábitos de higiene, nutricionales y de relación cognitivo-afectivo, los docentes actuamos como elemento de prevención de la salud psicofísica de la comunidad”.
Con la aprobación de esta Reglamentación, “los Trabajadores de la Cultura estaríamos ofreciendo a la comunidad, no solo capacidad docente de excelencia, sino, también, garantías de continuidad y crecimiento de los talleres. (…) Concursar los puestos del Estado es un viejo anhelo de toda la comunidad y de toda gestión pública. Por eso, es nuestro deber ético como educadores recalcar, nuevamente y cuantas veces sea necesario, que el beneficio particular nunca debe preponderar sobre el beneficio colectivo”.
Y, para tranquilidad de muchos, explicaron, una vez más, que el proyecto de Ordenanza “prioriza a los talleristas que vienen desempeñando sus funciones en el área. El llamado a concurso será para la apertura de nuevos talleres, no para los que se vienen dictando”. Los talleristas con antigüedad contarán un plazo de tres años para realizar estas capacitaciones.
Finalmente, el concejal Pedro Elizalde aseguró a Lavenas que el martes 16, en reunión de Comisión, el tema será tratado junto al Director de Cultura y Educación de Pinamar.
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