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lunes, 24 de septiembre de 2012

REFLEXIONES SOBRE DOS TEMAS, por MARIANA DUFOUR


En los últimos tiempos varios fueron los temas de los cuales tomó conocimiento la comunidad de Pinamar, algunos conocidos desde hace muchos años y escondidos bajo la alfombra,y otros recientes donde se pone de manifiesto el doble discurso de altos funcionarios del actual gobierno (que incluye al intendente actual Cont.Hernán Muriale). Estos hechos fueron analizados y volcados al "papel" por la periodista Mariana Dufour y creemos que no deben faltar en nuestro medio.
Vamos a continuación poner los titulos y bajadas de ambos análisis, y luego haciendo doble click en "más información", encontrará in extenso cada uno.

CASO PRIMERO:
UNA DESIGNACIÓN RESISTIDA


Talleristas: “Vivimos una situación que vulnera los derechos de los trabajadores”
Docentes de la Dirección de Cultura y Educación reclaman respuesta: “¿Por qué, en épocas de recorte que todos sufrimos, se hace entrar por la ventana a la señora Ocaño?”. El conflictivo y cuestionado inicio de gestión de Jorge Esperón complicaría su continuidad.

CASO SEGUNDO
COMPLEJO HABITACIONAL Y Morales sigue ejerciendo la función pública…
El secretario de Servicios Urbanos, beneficiado con las viviendas sociales construidas con dinero de la Provincia, lejos de alejarse del gabinete en señal de pudor, continúa ejerciendo un alto cargo municipal. Por este mismo hecho, Leandro Reverón, yerno de Altieri, fue relevado de la titularidad de la sede local de la Anses.




CASO PRIMERO:
UNA DESIGNACIÓN RESISTIDA
Talleristas: “Vivimos una situación que vulnera los derechos de los trabajadores”
Docentes de la Dirección de Cultura y Educación reclaman respuesta: “¿Por qué, en épocas de recorte que todos sufrimos, se hace entrar por la ventana a la señora Ocaño?”. El conflictivo y cuestionado inicio de gestión de Jorge Esperón complicaría su continuidad.

La Dirección de Cultura y Educación, lejos de estar bajo el mando de funcionarios capacitados en temas tan sensibles como la educación y la cultura de un pueblo, pareciera estar invariablemente regida por personas que se caracterizan más por su oportunismo político que por su capacidad y convicción.
A la renuncia de la ex subsecretaria de Cultura y Educación, Claudia Solino, luego de una cuestionada gestión de la cual nunca dio explicaciones, le continuó la designación de Jorge Esperón, ex responsable de campaña del entonces candidato a intendente Alfredo Baldini y ex gran denunciante de corrupción de este gobierno.
Como es sabido, este año, Cultura sufrió la suspensión de los talleres que se dictan hace veinte años. La decisión, tomada por Blas Altieri y sostenida por el intendente interino, Hernán Muriale, motivó una serie de protestas callejeras. La explicación del secretario área, Juan Carlos Bucheli, fue que los dineros destinados a cubrir los talleres habían sido derivados hacia Salud y Seguridad. La situación implicaba una gravedad tal que la Comisión Investigadora incluyó el tema en su Informe Final.
“Fue una decisión personal”
Muriale señaló a Pionero que la designación de Esperón como funcionario de este gobierno no se trató de un acuerdo programático entre partidos políticos sino de una decisión personal. Sobre esto, Baldini, opinó: “Es un error político sumarse a un proyecto que estamos criticando continuamente. No vamos a apoyar acuerdos personales”. Y, como si la Municipalidad fuera una bolsa de trabajo, justificó el “sí” de Esperón en la necesidad de salvar su crítica situación laboral. A su vez, el Consejo del Partido Justicialista hizo saber su desacuerdo con la decisión “del compañero Esperón”.
Sin embargo, ante las críticas que nacen desde distintos sectores hacia su corta gestión y de la “arbitraria asignación de horas cátedra” denunciada por los trabajadores, una vez más, Baldini hizo ostentación de su insolvencia ideológica: el lunes salió a defender públicamente a su ex responsable de campaña sin mostrar coherencia política alguna.
Un nombramiento resistido
El Estatuto para el Personal de las Municipalidades (Ley provincial Nº 11.757) dice claramente que el ingreso al Municipio se hará “mediante concurso o procedimiento especial de selección”. La norma especifica que el ingresante deberá acreditar capacitación suficiente para la cobertura de vacantes. Y aclara que “la regulación de los concursos se efectuará por decreto del Departamento Ejecutivo”. Sin embargo, esta normativa no parece haber sido cumplido nunca.
En agosto, talleristas y empleados municipales (Nancy Luconi y Romina Ávalos) denunciaron ante un medio local que, a pesar de la falta de presupuesto, Elizabeth Ocaño, conductora junto a su marido Ricardo Bhömer de un programa televisivo de neto corte oficialista, sería designada como coordinadora de talleres. Ocaño negó y descalificó esta información entre risas y comentarios poco fundados. Sin embargo, durante una conferencia de prensa convocada por el docente Démian Lavenas para tratar su situación laboral, Muriale reconoció públicamente la designación de Ocaño para cubrir una función que ya es desempeñada por Ávalos.
A esto se sumó que las planillas exhibidas mostraban una importante incongruencia entre sí: la firmada por Bucheli y Esperón en acuerdo con los trabajadores sumaba un total de 373 horas cátedras mensuales; la surgida del área de Hacienda exhibía el pago de tan solo 275. O sea, a la hora de saldar los sueldos, los docentes percibieron mucho menos de lo trabajado.
¿Cómo se evalúan los proyectos?
Mientras Muriale remarcaba que ningún docente superaría un máximo de diez horas cátedra, Esperón manifestaba abiertamente su rechazo a la designación de Ocaño. Así, muchos docentes, casualmente “los hijos de…”, fueron adjudicados con la máxima carga horaria y, a los “hijos de nadie…” les fueron otorgadas cinco o tres. Otros docentes, simplemente, quedaron afuera del sistema.
Ante esta situación, el lunes 17, los talleristas se auto convocaron ante la Dirección de Cultura para reclamar respuestas: “Nos encontramos, nuevamente, con una situación que vulnera los derechos de los trabajadores”, explicitaron. “Pretendemos que Esperón, Bucheli o Muriale nos expliquen por qué, en épocas de recorte que todos sufrimos, se hace entrar por la ventana a la señora Ocaño. ¿Qué es lo que se esconde detrás de los intentos desesperados por hacer entrar a Cultura al matrimonio Bhömer/Ocaño? ¿Cuáles son sus méritos y cuál su curriculum y profesión? Nos han recortado el sueldo pero seguimos trabajando por respeto hacia nuestros alumnos. Es por ello que indigna el ingreso de personas no idóneas”.
La docente Marcela Melfi aseguró que “no se trata de una cuestión presupuestaria. Esto pasa a otro nivel y estamos comprometidos en esta lucha más allá de un sueldo. Hay quienes saben eso y por eso bastardean tanto nuestros sueldos”.
Escudado en que “la orden viene de arriba”, Esperón no dio las respuestas exigidas.
Donde manda capitán, no manda marinero
A pesar del contundente rechazo de Esperón a la designación de Ocaño como coordinadora de talleres, éste debió responder al mandato del intendente interino: la “señora Ocaño” no solo no vio afectado su contrato sino que sería premiada con una suba en su carga horaria partir de este mes.
Como manifestaron los talleristas, tanto empeño en sostener a este matrimonio de pregonar oficialista no deja de llamar la atención. ¿Será que, una vez más, la leal labor de los militantes de turno debe ser saldada con dineros públicos?


CASO SEGUNDO
COMPLEJO HABITACIONAL Y Morales sigue ejerciendo la función pública…
El secretario de Servicios Urbanos, beneficiado con las viviendas sociales construidas con dinero de la Provincia, lejos de alejarse del gabinete en señal de pudor, continúa ejerciendo un alto cargo municipal. Por este mismo hecho, Leandro Reverón, yerno de Altieri, fue relevado de la titularidad de la sede local de la Anses.
El 10 de julio, Blas Altieri fue destituido por decisión del Concejo Deliberante luego del Informe Final elaborado por la Comisión Investigadora, que contenía 31 puntos considerados “graves” y que motivaron la decisión de los ediles.
Hoy, Altieri está destituido. Sin embargo, al leer el Informe Final se puede concluir que los hechos por las cuales el HCD tomó la decisión no fueron ejecutados en soledad por el ex mandatario. Algunos funcionarios son referenciados en estos puntos. Lo mismo sucede en las denuncias presentadas por el abogado Lucas Ventosos que, lentamente, dan señales de avanzar hacia su esclarecimiento.
Uno de los hombres de Altieri nombrados es el actual secretario de Servicios Urbanos y ex secretario de Acción Social, Alberto Morales. Un funcionario que, lejos de mostrar pudor o reparo ante hechos denunciados y demostrados, continúa ejerciendo funciones públicas sin revelar reparo o pudor alguno.
Una conducta que parece repetirse “en la familia”: luego de los hechos ocurridos, Leandro Reverón, yerno de Altieri y beneficiado con una de las viviendas sociales de la Provincia, tampoco renunció a la titularidad de la Anses local. Ante la falta de escrúpulos, fue la máxima jerarquía del organismo, Diego Bossio, quien debió tomar la decisión de apartarlo.
Viviendas usurpadas a sus adjudicatarios legítimos
Uno de los temas más graves del Informe Final se refiere a la construcción del ya famoso complejo habitacional destinado a las familias más necesitadas de Pinamar. Estas viviendas, no solo no fueron construidas bajo los parámetros exigidos por la Provincia sino que fueron otorgadas por el intendente a sus hijas y a hijos de funcionarios como Morales.
Hace seis meses, mediante cédula oficial, el Instituto de la Vivienda de la Provincia de Buenos Aires ordenó el desalojo de 23 de las 25 viviendas. Dos de ellas están siendo ocupadas por hijos de Morales, Maximiliano Juan Morales y Gastón Ismael Morales.
A esta grave situación se suma la advertencia que hiciera Ventoso en su momento: “Varios de estos adjudicatarios compraron las propiedades de buena fe, desconociendo los irregulares manejos de los que estaban siendo víctimas”. Es decir, el entonces empleado del Banco Provincia y, luego, secretario de Acción Social, “Beto” Morales, “además de beneficiar a sus hijos, vendía las viviendas sin aclarar que no eran comerciales y que habían recibido de Provincia dos millones de dólares”.
150 familias aún esperan por sus viviendas
Los funcionarios públicos son depositarios de la confianza de la comunidad y su obligación es cuidar de los intereses públicos. Sin embargo, Morales, lejos de denunciar el hecho visiblemente irregular del que estaba siendo testigo en 2000, aprovechó su cargo y su condición de hombre de confianza del intendente para aprovecharse de un beneficio claramente pensado para las familias que no solo carecen de vivienda sino de las posibilidades de acceder a una.
Si tenemos en cuenta que el funcionario en cuestión fue secretario de Acción Social, área marcadamente sensible a las problemáticas y requerimientos de las familias más humildes de Pinamar, resulta por lo menos intolerable que sus hijos hayan gozado y gocen aún de estos beneficios. Beneficios que le corresponden a las familias que hoy se ven obligadas a vivir en casas precarias porque Morales participó de un hecho que el Instituto de la Vivienda ya ha demostrado que no es correcto.
¿Qué más hace falta para indignarse?
Sin embargo, dada la realidad que a esta comunidad le toca vivir en relación a los actos de sus gobernantes y funcionarios, lo que más sorprende no es la actitud de Morales o de Altieri y sus hijos sino la pasividad con que la sociedad pinamarense acepta que esta injusticia se siga cometiendo. ¿Qué más necesita para indignarse y salir a la calle a exigir la devolución de esas viviendas?
¿Cuánto más frío y desamparo es capaz de soportar esta comunidad que ve impávida cómo las hijas del intendente y de su funcionario duermen bajo el abrigo de estas casas que no les corresponden mientras tantas familias duermen, trabajan, estudian y acunan hijos envueltos en el frío?
¿Qué espera la comunidad de Pinamar para exigir la renuncia de este funcionario que, mientras fue secretario de Acción Social, se atrevió a amenazar a las familias de La Palangana con pasar por encima de sus casas con las topadoras? A esas mismas familias a las que, seguramente, les corresponde acceder a una de las 150 viviendas habitadas hoy por sus hijos.
“¿Por qué están tan mal repartidas las cosas?”, preguntó una vecina de Ostende, madre de tres hijos. Y, con la claridad de la que gozan los trabajadores, respondió: “Acá estamos en un lugar de terratenientes. ¡Hay demasiado acomodo porque son los hijos de Menganito y Zutanito! Acá son todos hijos de…”.
Está en manos de la ciudadanía modificar esta realidad.

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